
Descripción de El cuervo, de Edgar Allan Poe 201k4m
🥰 Antes de continuar, quiero dar las gracias a los Fans de iVoox y a los mecenas de mi página de Patreon. Gracias a ellos es posible este programa. El cuervo es un poema narrativo escrito por Edgar Allan poe, publicado por primera vez en 1845. Constituye su composición poética más famosa, ya que le dio reconocimiento internacional. Son notables su musicalidad, el lenguaje estilizado y la atmósfera sobrenatural que logra recrear. El texto narra la misteriosa visita de un cuervo parlante a la casa de un amante afligido, y del lento descenso hacia la locura de este último. 🎙️ Puedes escuchar todos los audiolibros en la versión completa haciéndote Fan en iVoox (dándole al botón azul de Apoyar) o mecenas desde mi página de Patreon: 👉 https://www.patreon.com/vicentesilvestre 🎧 Para escucharlos desde allí tienes que realizar dos pasos: ✔️ Registrarte en Patreon (se puede desde la cuenta de Facebook, Google, Apple o con una dirección de correo electrónico). ✔️ Convertirte en Amante de los Audiolibros (es como invitarme a un café ☕). 📚 Aprovecho para dejarte un enlace a los libros que tengo publicados, por si quieres echarles un vistazo: • 🧟 La hora muerta: https://www.amazon.es/dp/1090975104 • 👿 Los nuevos vivos: https://www.amazon.es/dp/1689209194 • ⛪ La catedral de la carne: https://www.amazon.es/dp/B09CKJQZYD • 😱 Mordiscos de Terror: https://www.amazon.es/dp/1973314681 ℹ️ Puedes encontrar más información de mi trabajo en mi página web: https://www.vicentesilvestre.com/ 😉 Y de Facebook: https://www.facebook.com/vicentesilmarco/ Música: Spirit of the Dead, de Aakash Gandhi. 6y6v31
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Una vez el filo de una luz cofre media noche mientras débil y cansado en triste reflexiones en bebido inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidar ciencia cabeceando casi dormido o yo se de súbito un leve golpe como si suavemente tocaran tocaran a la puerta de mi cuarto es dije citando un visitante tocando quedó a la puerta de mi cuarto eso es todo y nada más lucido recuerdo de un delito diciembre espectros de brasas moribundas reflejadas en el suelo angustia del deseo del nuevo día en vano encarecen mis libros dirán tregua mi dolor dolor por la pérdida de leonora la única virgen radiante leonora por los ángeles llamada aquí ya sin nombre para siempre y el crujir triste vago escalofriante de la seda de las cortinas rojas llena de fantásticos terrores jamás antes sentidos y ahora aquí en pie a callando latidos de mi corazón son vuelvo a repetir es un visitante a la puerta de mi cuarto queriendo entrar algún visitante que atesora a mi cuarto quiere entrar eso es todo y nada más ahora ni ánimo cobraba bríos y ya sin titubeos señor dije o señora en verdad vuestro perdón imploro más el caso es que a mi lado cuando vinisteis a tocar queda mente tan quedó vinisteis a llamar a llamar la puerta de mi cuarto que apenas pude creer que os oía y entonces abrí de par en par la puerta oscuridad nada más es cruzando hondo en aquella negrura permaneció largo rato hasta bonito temeroso dudando soñando sueños que ningún mortal se ha atrevido a a soñar más en el silencio son dable la quietud y la única palabra y proferida era el balbuceos de un nombre leonora lo pronuncie un susurro y el lecho volvió un murmullo apenas se fue y nada vuelto a mi cuarto mi alma toda toda mi alma abrazando se dentro de mí no tarde no ir de nuevo tocar con mayor fuerza ciertamente me dije ciertamente algo sucede en las rejas de mi ventana dejad pues que a lo que sucede allí ya así penetrar pueda en el misterio dejad que a mi corazón llegue un momento el silencio y así penetrar pueda en el misterio es el viento y nada más de un golpe abrí la puerta y con suave partir de alas entró un majestuoso cuerpo de los santos días seguidos sin somos de reverencia ni un instante quedó y con aires de gran señor gran dama fue apoyarse en el busto de palas sobre de intel de mi puerta posando y móvil nada más entonces este pájaro de cambio mis tristes fantasías en una sonrisa con el grave y severo decoro del aspecto que se vestía aun con tu cresta cercenada y mucha le dije no serás un cobarde oído cuervo vetusto y amenazador evadido de la ribera nocturna dime
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