Cuándo y cómo dejar ir: despedidas, ghosting y relaciones tóxicas 732325

Al hilo de la mente con eva hernández y elena montero buenos días buenas tardes buenas noches empezamos un nuevo capítulo de al hilo de la mente y lo hacemos como siempre hay quien nos habla eva hernández con la literatura y las preguntas y nuestra psicóloga de cabecera elena montero que tal elena con que espíritu arrancas este episodio número cincuenta y dos con el ánimo de de empezar cosas nuevas saber que siempre busco nuevos proyectos nuevas ideas y bueno este ilusionada con unas tablas que voy a dar de orientación profesional chavales adolescentes de instituto que siempre es muy bonita echar un cable con descubrir el talento de cada uno es una parte fundamental espero que podamos tratar este tema además más adelante en alguna al de la mente porque es verdad que identificar la vocación de una especialmente cuando todavía somos jovencita si no lo tenemos muy claro eso una de las grandes asignaturas de nuestra vida es uno de esos momentos cruciales pero es que luego a lo largo de toda la vida la cantidad de veces que nos tenemos que reinventar tenemos nuevamente que encontrar nuestra vocación a lo mejor a los treinta los cuarenta a los cincuenta así que me la apunto a quien en mi libreta de ideas de temas que quiero tratar contigo y bueno pues mira ya que lo hemos sacado si alguno de nuestros oyentes quiere hacernos preguntas al respecto pues tiene como siempre la vida de nuestras redes sociales facebook twitter e instagram y nos pueden poner preguntar y así vamos construyendo el próximo programa de la mente mientras tanto hoy venimos con un relato de ismael serrano que además de cantantes escritor y que que no os adelanto pero me apropió de el porque veréis yo una vez conocía un hombre que amaba las despedidas nos conocimos por casualidad porque coincidíamos muchas veces en las fiestas de amigos comunes y yo que siempre soy de las últimas en irme de las fiestas porque tengo muy mal saber retirarme me había fijado desde siempre en que aquel tipo aguantaba estoicamente y parecía como si no le afectará el sueño que a todos los demás nos atenas java a partir de determinadas horas pero él no el permanecía siempre en una esquina sujetando el vaso y como observando distante y así hasta que se había marchado el último de los participantes de la fiesta y a mí a mi me picaba así que habíamos establecido una especie de rivalidad por quien se marchaba más arde que había llegado al próximo de lo absurdo una noche en la que los dos prácticamente acorralados al anfitrión de la fiesta para ver quien se encargaba de recoger las bolsas y quitar las manchas de vino del mantel nuestro amigo común no se empujó fuera de su casa y el pobre no debía entender que hacíamos los dos allí tan predispuestos a ayudarle y tampoco dispuestos a marcharnos cada uno a nuestro hogar ya con los abrigos puestos nos miramos y entendimos que había llegado el momento de firmar un armisticio en nuestra rivalidad fiestera y compartir juntos el café de la mañana así que después de toda una noche de fiesta nos fuimos a una cafetería a comernos unos churros de la paz y hablar y él me pregunto qué porque yo siempre era de las últimas en marcharme de las fiestas y mente me dije que probablemente porque no quería perderme nada aunque probablemente si lo hubiera dicho la verdad le hubiera dicho que que porque me daba miedo volver a casa y encontrarme misma le devolví la pregunta y tú porque siempre es el último marcharte de las fiestas a mí es que me gustan las despedidas respondió aquel hombre pero como si no se esa intensidad de la gente que se marcha los sentimientos exacerbados el amor la nostalgia a veces la mentira es catalogado hasta veintiuno tipos de despedida el tipo según me contó se iba a todas las tardes después del trabajo directamente al aeropuerto a sentarse en la terminal de salidas viendo cómo se separaban unas personas a las otras se con unas de esas despedidas del siglo diecinueve en un barco trans oceánico agita cuando el pañuelo uno de esos viajes en los que normalmente había billete de ida pero no billete de vuelta y entonces lo de las fiestas