Confesiónes de una esposa 6x1jw

Aún sigo pensando que fue todo culpa de mi marido vivimos en un barrio clase media bastante apacible y tranquilo donde todos los vecinos se conocen y tienen bastante buena onda entre ellos la mayoría de la gente es cordial y respetuosa excepto por algunos borrachines que suelen pasar horas bebiendo cervezas en el kiosco que está cruzando la calle justo enfrente de mi casa fue en ese lugar donde comenzó mi historia yo era y soy clienta habitual de dicho comercio ya que es el que me queda más cerca y donde compro los cigarrillos para mi marido esa tarde de verano al salir del negocio con el paquete de cigarros en mano uno de los muchachos que estaba tomando cerveza junto a otros dos me dice hola rubia no me convidas un cigarro yo cortante como siempre me negué no puedo darte un cigarrillo son para mi marido y sin más palabras seguí camino pero al girarme y darle la espalda oí que le decía a sus amigos esta rubia se hace la altanera pero después que le parta el culo a vergas os van a ver como solita me va a comprar los cigarrillos a lo que los otros estallaron en carcajadas indignada pegue la vuelta y volví hacia ellos y parándome frente a él y mirándolo desafiante a la cara le increpé que dijiste idiota ya va a saber le voy a contar a mi marido él sonriéndose burló ay qué miedo tu marido no es ese pequeñito que tiene el taller de herrería furiosa ante la burla sobre la estatura de mi marido le contesté sí ese mismo y a pesar de su baja estatura se sabe ender muy bien así que si sigues molestándome te la vas a tener que ver con él lo amenacé él se siguió burlando mirá enana igual que tu marido mejor te vas para tu casa porque si sigues acá se me va a poner dura la verga y te voy a coger el culo acá adelante todos los otros reían a carcajadas enfurecía pegué media vuelta y salí para mi casa y al alejarme oí que decía mira mira encima que tiene un culo precioso lo mueve como una puta más enfurecía aún me marché rápido para casa mientras lo hacía pensé en contarle a mi marido lo sucedido pero luego desistí de hacerlo ya que no quería que lo lastimen pues mi esposo tiene mi estatura apenas un metro con sesenta centímetros y el morocho que me faltó el respeto medía casi dos metros y tenía unos brazos enormes así que al regresar no le condena al día siguiente a eso de las seis de la tarde salgo a barrer la vereda como hacía muchísimo calor lo hice su el títere ropa un short elastizado rojo ojotas y una remerita de algodón también de color rojo ni bien salí schoen mano me di cuenta de que mi atuendo no era el adecuado por quien se guíame comenzaron a silvar y á chistar los borrachines que estaban como siempre bebiendo en el quiosco de enfrente oyó que los ignore como siempre y no le di demasiada importancia cuando volví a entrar a mi casa mi marido me pidió que le vaya a comprar sus cigarros con pocas ganas acepte pues ya sabía lo que me esperaba al cruzar la calle hola caperucita qué lindo que te queda el rojo quiero ser tu low bromeó el grandulón de siempre ni lo miré y me metí dentro el negocio como siempre muy amable atendió don raúl un hombre de cincuenta y cinco años el cual llevaba más de la mitad de su vida tendiéndose en e negocio hola julieta que necesita cigarrillo raúl los de siempre luego agregue raúl le puedo hacer una pregunta cómo se aguanta todos los días a esos negros borrachos que tiene ahí afuera él mientras me alcanzaba el paquete de marlboro y co con una sonrisa picarona me dijo muy simple vecina son los que más gastan en mi negocio aparte que te digan cosas bonitas debería poner contenta toda mujer hermosa merece ser halagada no me dicen cosas bonitas raúl me dicen todas groserías aparte usted sabe que soy casa sonriendo me dijo algo que nunca se me había ni siquiera cruzado por la cabeza mira julieta todos en la vida tenemos alguna aventurita extramatrimonial algún día la vas a tener eddie está loco raúl le dije y pegué media vuelta para salir del negocio cuando lo hice vi que estaba en la puerta bloqueando con sus brazos la salida el mismo grandulón atrevido de siempre me deja salir idiota le dije con tono desafiante sí mamita te voy a dejar salir pero antes te voy a decir algo tu culo me vuelve loco así