Cómo dijo el diablo: "Andad de día, que la noche es mía". 3x5437

Bienvenidos, caminantes, a una nueva jornada en la senda esférica.

Como siempre, desear que vuestra vida haya sido grata estos días.

Esta noche nuestros caminos se van a entrelazar con lo desconocido, y las historias inexplicables nos van a invitar a explorar más allá de lo evidente.

Nos adentraremos juntos en relatos que desafían la razón, encuentros que han dejado huella en quienes los vivieron, y misterios que resuenan en cada curva de la carretera.

A lo largo de la historia, los encuentros inexplicables en lugares apartados, como el campo, la carretera o la montaña, han sido narrados con asombro y desconcierto.

Son experiencias que no discriminan entre edades, profesiones o condiciones sociales.

Le pueden suceder a cualquiera, en cualquier momento y lugar.

Lo más inquietante de estos sucesos es su carácter inesperado, irrumpen en la cotidianidad de las personas, dejando una huella profunda e imborrable en quienes los experimentan.

Estos encuentros nos van a invitar a cuestionar nuestra percepción de la realidad y a abrir nuestra mente a posibilidades que escapan a lo conocido.

¿Qué ocurre realmente en estos instantes? ¿Quién observa a quién? ¿Somos nosotros los intrusos en su realidad, o son ellos quienes se irrumpen en la nuestra? ¿Quién siente más miedo, nosotros al enfrentarnos a lo desconocido o ellos al encontrarse con nosotros? Estas preguntas nos llevan a reflexionar sobre los límites de nuestra comprensión y sobre la posibilidad de que existan otras realidades paralelas conviviendo con la nuestra, observándonos desde el otro lado del velo.

Tal vez en esos momentos de conexión entre mundos, ambos lados se convierten en observadores y observados, ambos lados en exploradores de lo desconocido.

Y quizá el verdadero misterio no radique tanto en lo que vemos o sentimos durante esos encuentros, sino en lo que representan, un recordatorio de que el universo es mucho más vasto y complejo de lo que podemos ni siquiera imaginar.

Relajaos y preparad la mente para recorrer esta senda única.

Bienvenidos caminantes a una nueva noche en la senda esférica.

Bienvenido caminante, ¿te atreves? ¿Me sigues? Adéntrate conmigo en la senda esférica.

Buenas noches caminantes, que alegría volver a estar de nuevo a los mandos de la senda esférica.

Ha pasado un poco más de un mes desde el último programa, desde los mitos de la Edad de Oro.

Cómo me ha gustado este programa y cómo me ha gustado leer vuestras opiniones.

Qué divertido el caso del Padre Sumerio, ¿verdad? Qué poco hemos cambiado en tantos miles de años y en estos enfrentamientos entre padres e hijos.

Agradecer en este programa la colaboración de José Luis Vicente Rodrigo, que se ha convertido en un buen compañero en la senda esférica, al que además recurro en muchas ocasiones para debatir y para compartir ciencia y estudio.

Muchas gracias José Luis, espero tenerte pronto de nuevo en la senda esférica.

Bueno, pues esta noche vamos a volver a un camino, a una parte de la senda esférica, que es una de las señas de identidad de este podcast, que es el misterio, ¿no? A mí siempre me gusta dar este pequeño salto de fe.