Clooser de ventas: "Como Venderle un Peine a un Calvo en 3 Minutos" 2w5l5v

¿Qué te faltó de pequeño, tío? Un abrazo.

A lo mejor con eso se hubiera arreglado todo desde el principio, ¿no? Yo he cambiado cuatro veces de colegio, pero, de hecho, digo que sí que lo he sufrido porque en el papel lo he hecho, ¿no? Risas, insultos, dejarte de lado, hacerte sentir nada, y cuando llegaba a casa el ambiente solo era gritos y...

Decía...

¿Qué sentí aquí? Y lo pasé bastante, bastante mal.

Guerreros, guerreras, bienvenidos al capítulo...

Quito hasta las gafas ya porque esto es increíble.

32 de por seguir luchando.

¿Seguimos? No, es mentira.

Pero este capítulo sí que seguramente os va a servir, pues, a muchas personas, ¿no? Que os haya faltado esa figura paterna, que os hayáis criado completamente solos o con vuestra mamá, y que, pues, a día de hoy no asimiléis del todo todas esas experiencias, ¿no? Creo que este podcast es más que necesario, aunque en algunos invitados ya hemos presenciado la falta de la figura paterna, pero creo que va a aportar muchísimo valor.

Así que no me voy a enrollar más, ¿vale? Voy a darle paso.

Joan.

¿Qué tal? ¿Empezamos fuerte? Empezamos fuerte.

No me has dejado tiempo ni de entrar, ni de presentarme.

Me da falta que lo haga ya, ¿no? Con esa presentación que has hecho.

Claro que sí, brother.

Bueno, aparte de lo que has dicho, yo soy Joan, y podría dar...

De hecho, lo estaba pensando ahora, ¿no? Mientras venía.

¿Qué definición podría dar de mí? Hay dos, ¿no? La definición que me haría tener autoridad frente a la gente, que no es la que me apetece, que es la de una persona que lleva un año viviendo eso que mucha gente puede querer, que es el emprender o el...

O el realmente hacer aquello que te gusta, pero me definiría como una persona que ha tenido muy claro desde el primer momento lo que quería, pero no quién era. Entonces, me definiría como una persona que ha podido transformar aquello que quería sin tener el conocimiento de lo que necesitaba para poder encontrarlo y entonces acabar definiéndome como comercial.

Literal.

De todas formas, yo te voy a adornar eso, ¿vale? Porque para mí no eres un comercial, para mí eres el fucking lobo de Will Street, hermano.

Sí. He conocido a muchos closer o como tú lo quieras llamar a lo largo de mi experiencia en este mundo, pero lo que sentí contigo cuando te conocí, hermano, es que es que vende sin vender, bro, ¿sabes? No vamos a entrar en este tema ahora, vamos a ir a otro, pero para que lo tengan un poco en cuenta que no están hablando con el típico closer, ¿sabes? O sea, luego vamos a hacer un ejercicio bastante guapo que se me ha ocurrido por ahí por la cabeza. Vale.

Tío, ¿qué tal tu infancia? Bueno, dicen que, o pienso, voy a utilizar tercera persona, voy a hablar de mí.

Pienso que las heridas de tu infancia son tu mayor habilidad profesional.

Entonces, si me dedico a hablar y a vender, ¿cuál será mi herida? ¿No? Mi herida se resume en un niño que es un segundo hijo, que no tiene esa atención, lógicamente, porque su hermano la requiere y que tiene que hacerse él mismo esa hoja de ruta desde el principio con todas las hostias que eso conlleva, ¿no? Entonces, mi infancia la resumiría como una infancia, no dura en el sentido de que me haya faltado nada encima de la mesa, pero sí dura en el sentido de cariño.

Yo me considero una persona muy femenina en el aspecto de amor, de cariño y eso es algo que me faltó, entonces me lo tuve que dar yo desde el primer momento y esa infancia fue complicada. Fue difícil y, de hecho, es una de las cosas por las que lucho a día de hoy, ¿no? Que ese niño interior esté feliz, esté contento y disfrute, sobre todo, de la vida que ahora puedo tener o que puedo mejorar, sobre todo.

¿Qué te faltó de pequeño, tío? Un abrazo.

A lo mejor con eso se hubiera arreglado todo desde el principio, ¿no? Pero yo lo que notaba desde pequeño es que no tenía, lo que te digo, ¿no? Esa oportunidad de hablar, de expresarme.

Era todo para mí, seguramente por el error mío, y mucha gente le pasará, ¿no? Coges todo, piensas que tú puedes con todo y es un pensamiento que, pese a que puede hacerte crecer siempre y cuando lo apuntes de la manera correcta, para un niño que tenía 13 años y que veía que él tenía que ser la persona que se autocuidara, pues fue complicado.

¿Cómo vives el colegio, el instituto? Pues...

Fue raro.

Fue raro porque yo he cambiado cuatro veces de colegio.

La primera ya cambié.

¿Mudanzas? La primera porque estaba más cerca, la segunda igual, la tercera igual, la cuarta un poquito más conflictiva, ya más adolescencia, más...