Cine Ludens Plus #046 - Candyman (1992), Candyman (2020), Talk to Me (2022) 4ez6b

No ha aparecido en el estudio Candyman, ha aparecido en Mateo Terraza.

Bienvenido, Mateo, a Cine Ludens Plus. ¿Te gusta como lo dice la voz japonesa esta? ¿Eh? ¿Te gusta como lo ha dicho la voz japonesa Cine Ludens Plus? Es fantástico, es increíble. Gracias a ti por llamarme para estar en el programa.

Te hemos llamado así, hemos dicho Mateo Terraza, Mateo Terraza, que es una cosa que no se puede decir sin cantar en tu cabeza el Macaulay Culkin de la villa rusa. Mateo Terraza, Mateo Terraza.

Y nos ha aparecido aquí en Cine Ludens Plus, un micropodcast dedicado al juego en cualquiera de sus formas en el cine. Fácil de explicar, ¿eh? Nos ha aparecido aquí Mateo Terraza, nuestro experto en estética de la dificultad.

Exactamente.

¿Tienes un libro que se llama? La estética de la dificultad.

Para que no sea difícil de recordar, muy mnemotécnico. Mateo Terraza, doctor en Game Studies, investigador del videojuego, investigador en estéticas de la dificultad, a quien hemos convocado para hablar de un tipo de historias y un tipo de juegos que tú y yo llevamos mucho tiempo comentando, Mateo, pero que tampoco tiene nombre. Vamos a ponernos en situación.

Dentro del cine de terror y del cine en general que usa juegos, es muy frecuente que para que el juego tenga algo de interés en la historia, los stakes, las consecuencias, sean reales.

Por ejemplo, Jumanji. ¿Te gustan las Jumanji a ti? Bueno, son interesantes, ¿no? Pues en Jumanji están obligados a jugar. El juego no puede ser solo un juego, cosa que en el mundo real define el juego, que no tiene consecuencias. En el cine, para que los personajes estén atrapados, el conflicto funcione, siempre hay un factor que los obliga, ¿no? Y dentro de esto, hay una mezcla de un tipo de juego que está, ya digo, creo que muy inexplorado, por lo menos tú y yo lo hemos encontrado en grafía, que son estos juegos de atrevimiento, yo diría adolescente, ¿no? Sí, yo creo que más allá de la adolescencia o los veintipocos no pueden existir estos juegos o no hay ficciones que aborden este tipo de atrevimiento.

Hablamos de juegos como este Candyman, un juego ficticio que aparece en el relato original de Clive Barker, que luego va a estar en las cuatro películas ya de Candyman, durísimo porque no todas son buenas, en el que se ponen los jugadores, entre comillas, frente a un espejo y dicen el nombre de Candyman cinco veces, no hay que hacer nada más.

Pero básicamente es un atrevimiento, es un, lo que aquí diríamos de manera muy castiza, no hay cojones, no hay huevos.

Exactamente.

¿Qué es lo que hicimos ayer cuando Anton Planeils nos echó un hordago? Cuéntalo, cuéntalo en la antena, porque esto se puede decir.

Bueno, a ver, lo que nos planteó Anton es que la mejor película o un torture porn al que podíamos enfrentarnos era, a ver, Emilia Pérez.

Pero torture del espectador, ¿no? Sí, sí, va así. Sí, a ver, esa gente no sufre tanto como para llamarlo así, somos nosotros los que sufrimos, nos amenazó, nos dijo no hay cojones y nos dijimos que no hay cojones.

Vivimos Emilia Pérez entera.

Enterita, ¿eh? Yo hubiera preferido hacer una ouija o convocar a Candyman o alguna cosa de estas, pero...

Seguramente Candyman es más bueno que Emilia Pérez.

Como cosa lúdica, tienen muy poca estructura, tienen muy poca forma de juego, hay muy poca acción del jugador, pero seguro que todos lo reconocéis y todos os preguntáis cómo se llama este tipo de cosas, ¿no? Yo recuerdo que aquí se decía Verónica, de hecho hay una película que es Verónica.

¿La has visto, Verónica? Sí, sí, la vi hace ya un tiempo, pero sí que está...

¿Qué te pareció? Bueno, una buena película, sobre todo a la hora de establecer esta atmósfera, esta ambientación del Madrid del principio de los noventa que está muy conseguida.

Es un poco lo mejor de la peli, más que el terror en sí.

Sí, no da mucho miedo tampoco.

¿Pelis de ouija qué te parecen en general? Porque eso sería casi como una subcategoría de esto, una categoría hermana.

Pues las películas de ouija yo hasta ahora no he visto ninguna que me parezca demasiado destacable, pero sí que tienen esta idea del o, bueno, más allá del exorcista, ¿no?