Cierto Milenio 171s4i

Desde el principio me pareció interesante el programa Cuarto Milenio.

Hablaban de fantasmas, ovnis, psicofonías, y esos temas siempre me han acompañado desde que me aficioné a escuchar la radio por la noche, que fue, como habréis adivinado ya, alrededor del año 80, como casi todas las cosas de fantasía en mi vida.

En aquellos años Antonio José Alés revolucionó las ondas de la cadena SER con su mítico Medianoche, que a los niños del momento nos aterrorizaba.

Así que cuando apareció Cuarto Milenio, en los 2000, de inmediato me hice fan, y también de su presentador, que tenía un cierto carisma, seguía la estela de los grandes comunicadores de los años 70, desde Jiménez del Oso a Félix Rodríguez de la Fuente, pasando por Ermida.

Él los imitaba sin disimulo, y el hecho de que echara mano de esos referentes de su infancia, que también son los de la mía, me hizo posicionarme de inmediato a su lado.

Eso, y que de pronto ilustrara musicalmente el programa con maravillas como Wish You Were Here, de Pink Floyd, melodía que me recuerda a mi hermano, o sintonías de Jean-Michel Jarre, como Oxygen, Equinox, o músicas eternas de Evangelist, como este Alfa.

No lo voy a dejar que suene mucho, que luego me lo capan.

Pero este Alfa me lleva directamente a mi infancia, a la fascinación por la música espacial, al anhelo de poder llegar algún día a hacer esa música que despertaba mi imaginación de niño, y me hacía volar por el espacio, me hacía aprender de ciencia, me llevaba a querer averiguar cosas sobre el sistema solar y leer divulgación científica.

A Iker esta música se conoce que le llevó por otros derroteros.

A él le dio por leer revistas de ovnis.

Pero el caso es que aquel interés y aquella pulsión le condujo, con los años, a ser un erudito en estos temas, cosa que demostró durante mucho tiempo en su programa.

Programa que en aquellos años era inocuo, puro entretenimiento y pura emoción por los misterios.

Pero con el tiempo, sobre todo al sobrevenir la pandemia, el programa y la figura de Iker se han transformado en algo mucho más turbio, mucho menos inocente, mucho más perturbador y peligroso.

Usando como base un artículo muy interesante de Spanish Revolution, voy a tratar de dilucidar qué le ha pasado a este tipo.

¿Por qué de ser un friki cazafantasmas ha pasado a ser el bufón de la ultraderecha, un gran difusor de bulos y de ideologías reaccionarias y peligrosas? La primera vez que fui consciente de la figura de Iker Jiménez fue en el programa Si amanece nos vamos de la cadena SER.

Era, y creo que sigue en las ondas, un espacio radiofónico de madrugada, conducido por Roberto Sánchez, donde se trataban todo tipo de temas.

El caso es que de pronto Iker empezó a colaborar, más o menos asiduamente, en el programa