Charlando sobre: Protocolos y reglas en el BDSM o3r2f

Hoy vamos a meternos de lleno en los códigos del placer, protocolos y reglas del BDSM. La idea es sacar las claves y ver por qué estos códigos son tan tan importantes. Exacto. Es un texto que busca más bien acompañar en un viaje de autoconocimiento. Empecemos por el principio. ¿Qué son exactamente estos protocolos según el libro? ¿Son sólo reglas y ya? Y ahora es mucho más.

El libro los define como como los cimientos, la base sobre la que se construyen las relaciones y las prácticas BDSM. Siempre consensuadas, claro. No es una formalidad sin más. Para nada. Son el lenguaje que articula el poder y el consentimiento. Tienen su historia, eh. Vienen de comunidades como la del cuero pero, bueno, han evolucionado. Ahora son mucho más flexibles, más adaptables.

Entiendo. Y menciona una cosa interesante. Protocolos formales e informales. Los formales me imagino que son más estructurados, ¿no? Casi como un contrato.

Pues sí, pueden ser muy detallados. A veces son escritos, sí, como contratos. O rituales muy coreografiados, reglas súper específicas sobre cómo dirigirse a la persona dominante, posturas concretas, ese tipo de cosas. Vale, pero los informales, esos son más sutiles, más orgánicos. Surgen de forma natural en la relación.

Muchas veces ni se hablan. Son gestos, miradas, maneras de actuar.

Ah, claro. Sí, que se entienden dentro de esa dinámica particular. Y la verdad es que muchas relaciones mezclan ambos, ¿sabes? De forma muy fluida.

Tiene lógica. No todo va a estar escrito al milímetro. Y el libro insiste mucho en pilares como la comunicación, los límites, las palabras de seguridad. Suena a cosas básicas, pero aquí tendrán un peso especial, imagino. Totalmente. La comunicación la describe como un hilo de oro. Es vital, continua, y pide una honestidad, bueno, radical. Y escuchar activamente.

No solo antes de empezar, ¿no? Claro. Antes, durante, que puede ser verbal o no verbal. Y súper importante, después. El famoso aftercare. Ese cuidado mutuo, físico y emocional es fundamental para procesar todo y reconectar.

Entendido. Y los límites, pues eso, físicos, emocionales y las palabras de seguridad. Son la red. Lo que crea ese espacio seguro y consensuado.

El libro deja muy claro que no son ninguna debilidad, ¿eh? Es autoconocimiento puro y confianza en el otro. Y el consentimiento, claro.

Por supuesto. Informado, entusiasta y que se puede retirar en cualquier momento. Continuo.

Y aquí es donde entra lo de Domina Istar y Danko, que seguro que lo ilustran bien.

¿Qué ejemplos concretos dan para Femdom y Maildom? Porque el libro da ejemplos, ¿verdad? Sí, sí, totalmente. Sus capítulos son muy prácticos. Domina Istar, por ejemplo, en el de Femdom detalla ceremonias, rituales, cosas como el servicio detallado, servir una bebida, preparar un baño, pero con una intención clara, ¿sabes? Ajá. O rituales de castigo, si se han pactado y se rompen reglas. Y ceremonias más potentes, como el collaring, que es la entrega del collar, con votos y demás. O renovar esos votos, incluso marcas corporales, como tatuajes. Vaya.

Pero siempre, siempre insiste en el consenso previo, en la reflexión. Lo ilustra con pequeñas historias que ayudan mucho a entender el significado.

Suena a que tienen una carga simbólica muy fuerte esos rituales. ¿Y Danko? ¿Qué enfoque da para el Maildom? Danko se enfoca más en protocolos que él ve como más estandarizados y en cómo empezar una sesión desde el punto de vista del amo. ¿Por ejemplo? Pues describe reglas de comportamiento muy claras, como la persona sumisa debe dirigirse al amo, usar títulos específicos, pedir permiso para hablar, para tocar, posturas concretas. Y también protocolos para iniciar la sesión, la ropa acordada, la preparación mental, posiciones de espera, cómo estar de rodillas. Y el acto simbólico de poner el collar, que marca muy claramente esa transición al espacio de juego, al espacio de poder.

O sea que el libro no se queda en la teoría. Da ejemplos prácticos, con gente que sabe de lo que habla, y además insiste mucho en que cada uno lo haga suyo en la personalización. Exacto. Ese es uno de los mensajes clave. Que no hay un manual único que sirva para todos. Los protocolos se tienen que crear juntos, adaptarse a las necesidades, a los deseos, al estilo de vida de cada uno.

No es copiar y pegar. Para nada. Es construir algo propio, auténtico, significativo. Y siempre, por supuesto, desde la ética, la seguridad, el consenso y el cuidado mutuo. Incluyendo siempre un buen aftercare, que es fundamental. Entonces, resumiendo un poco. Los códigos del placer parece una guía bastante completa.