Charlamos con AITOR OCIO sobre el Athletic y el primer gran Sevillq 596yq

Bueno, pues ya estamos una semana más en el Bigote de Badia y hoy, como siempre, con un gran programa por delante.

Nos visita uno de esos defensas que combinaba inteligencia táctica, liderazgo y solidez defensiva.

Viajaremos a grandes etapas de grandes clubes para revivir ese fútbol que tanto nos gusta.

Así que nada, lo que os decimos siempre, sentaos, estad atentos y abrid bien los oídos porque lo que viene por delante merece la pena.

Aitor Ocio, bienvenido al Bigote de Badia.

Muy bien, muchísimas gracias, un placer estar con vosotros.

Nada, el placer es nuestro y más que bienvenido al Bigote de Badia te tendría que haber dicho bienvenido por fin al Bigote de Badia porque se nos ha ido complicando una serie de cosas que han ido pasando y al final, bueno, lo bueno dicen que se hace esperar así que ya por fin estamos contigo y un auténtico placer, Aitor.

Igualmente, lo importante es que lo hemos conseguido y tenía muchas ganas de poder estar.

Durante este tiempo ya no suelo hablar mucho de fútbol, pero bueno, ha sido un placer tener esta llamada o esta invitación por nuestra parte.

Nada, aquí te vas a hartar hablar de fútbol, vamos a hacer memoria, que es lo más difícil que tiene el programa, recordar esa parte tan bonita del Atlético de Bilbao, tanto la primera como la segunda, esa parte tan histórica del Sevilla y esos inicios que también nos gusta conocer.

Así que nada, preparado y a por ello, Aitor.

Muy bien.

Pero bueno, como ves, como te he dicho fuera de micro, somos de Santander, pero aquí hay mucho peloteo.

¿Verdad, Pablo? ¿Verdad, Ángel? Que vienen los dos con la rugiblanca de los leones.

Así que nada, preparado, ¿no, Pablo? Yo, fíjate, quería entrevistar a alguien del Atlético de Bilbao ya, porque me contesta, me parece un camisillón de la temporada 96-97, 97-98 y ya por fin la tengo, la decapa.

Y ya por fin entrevisto a alguien del Atlético y la puedo poner, así que por Santander me da miedo ponerla.

Pero aquí empiezo con mi tesis.

Perfecto.

Y tú, Ángel, preparado también y con cosillas que nos han ido dejando por ahí, ¿no? Eso es, ya preparado y bueno, yo ahora soy del Atlético de corazón, porque ya llevo unos años viviendo en Bilbao y ya no es por peloteo, ya es por sentimiento.

Bueno, eso vamos a dejarlo en duda, Ángel.

Pero bueno.

Y nada, pues Aitor, arrancamos y arrancamos por donde se suele empezar siempre, que son por los principios.

Así que, Pablo, adelante.

Eso es, vamos a empezar por los inicios muy lejanos de Aitor Ocio.

Sé que empezaste en el Aurera, Segunda B, tus inicios en fútbol profesional.

Pero solemos preguntar a los futbolistas, en este caso, ¿quién era el Aitor Ocio de juveniles, cadetes, si tú naciste ya defensa o es lo típico, no, si yo era delantero y luego me fueron retrasando la posición? ¿Quién era ese Aitor Ocio que no conocimos? Bueno, pues mira, Aitor yo creo que era un niño, un niño como muchos, ¿no? Pues disfrutando, pegado a un balón.

O sea, yo no recuerdo, no hay una foto por ahí que no estuviese con un balón.

Ahí donde fuese, iba al colegio regateando semáforos, bancos, personas, ¿no? Llegaba tarde a clase siempre, evidentemente, o casi siempre.

Iba al monte con la familia, con mi padre, mis hermanas, y ahí me iba con el balón, aunque estuviese en la campa así y me pasaba el día detrás.

No sé, yo disfruté mucho.

Y hacías un poco esta parte profesional, pero yo muchas veces, muchos de los recuerdos también están ahí, ¿no? En los inicios.

Y además, si me lo permites, hay una diferencia, ¿no? Que hablábamos antes de entrar en directo, ¿no? De ese fútbol, ¿no? El fútbol de aquellos años.

Yo creo que ahora todo ha cambiado mucho, ¿no? Como todo en esta sociedad y en esta vida ha evolucionado.

Y en el caso del deporte, y en este caso el fútbol, que hablamos de fútbol, creo que ha ido mucho más a negocio que dejando de lado la parte del deporte, ¿no? O sea, que hoy ya la presencia de las marcas, las cantidades que se mueven, hace que muchos chicos hoy que están, esos aitológeos o otros niños, que están comenzando, pues a veces el entorno, las redes sociales, la información que manejan, las cifras, pues un poco alteran un poco, ¿no? La percepción.

Nosotros crecimos, nuestra generación, jugando al fútbol, queriendo llegar a la Primera División, pero no conocíamos los coches que tenían, en mi caso, pues el Pochéas, Arabia o aquel Atlético Campeón de Liga, que un poco podía ser una referencia para mí.

Muchos de aquellos futbolistas que fueron campeones de Liga, que fueron campeones de Copa, hoy han tenido que seguir, ¿no? Algunos son notilleros de equipos.

Hoy un futbolista de Primera División se habla ya de unas cifras que son mareantes.

Entonces, creo que esos niños de entonces, aquellas generaciones, crecimos con algo muy vocacional, ¿no? O sea, no pensábamos en eso.