Capítulo 63: Daenerys a72t

De generis estaba desayunando un cuenco de sopa fría de caqui camarones cuando apareció con una túnica kart piense una vaporosas pregunta de seda madrileña con los juárez llévate eso dijo dani los muelles no son lugar apropiado para ropa fina los hombres de leche y la consideraban una selva de manera que como tal se vestirá para ellos cuando bajo a los establos llevaba unos pantalones de cera basta descolorida y unas sandalias de hierba entretejido sus senos menudo se movían con libertad bajo un chaleco pintado por aquí y del cinturón de jones le colgaba una estampilla chico y le o el cabello el estilo aquí y del extremo de la prensa le colgó una campanilla de plata no ha conseguido ninguna victoria le dijo a su doncella al oír el suave tineo de la campanilla que los meiji en su casa de polvo y envía sus almas al infierno esa victoria fue de con no mía habría querido decir dani pero se contuvo los otros raquis la respetaría en todavía más y se ponía unas cuántas campanas en el pelo el trineo soy yo cuando monto a lomos de su llegó plata y también con cada paso de su montura pero ni ser lloran y sus jinetes sangre lo mencionaron eligió caro para cuidar de su gente y de sus dragones durante su ausencia y jogo y hago la acompañaron a los muelles dejaron atrás los palacios de mármol los jardines fragantes y atravesaron una zona más pobre de la ciudad donde las modestas casas de ladrillo mostraban a la calle sus paredes sin ventanas allí había menos caballos y camellos y los palanca que deseaban pero en cambio abundaban los niños los mendigos y los perros flacos de color arena los hombres de piel clara vestidos con polvorientas faldas de lino los miraban pasar desde los arcos de las puertas saben quién soy y no les gustó danilo lo supo por su forma de mirarla ser llora habría preferido que fuera dentro de su palanquita a salvo tras las cortinas de seda pero ella se había negado ya había pasado demasiado tiempo realizada en que cojines será dejándose llevar de aquí para allá por los bueyes al menos al cabalgar tenía la sensación de que se dirigía hacia alguna parte no era casualidad que hubiera elegido el puerto volvía a huir su vida entera no había sido más que una larga vida había empezado yendo en el vientre de su madre y desde entonces no había parado jamás cuantas veces se habían tenido que escapar visera y si ella en medio de la noche apenas un paso por delante de los asesinos sueldo del sur parador pero la vida era la única alternativa a la muerte sólo había descubierto que vaya prim estaba reuniendo los brujos supervivientes para causar a dani tanto mal como fuera posible al enterarse ella se había echado reír no fue usted quien me dijo que los brujos no eran más que soldados viejos que la atiende hazañas de olvidadas y de periodistas del pasado y así era entonces se parecía preocupado pero ahora ya no estoy tan seguro se dice que las velas de cristal vuelven a arder en la casa de un razón nocturno hacia cien años que no se veían en el jardín de que crece hierba fantasma se han visto espíritus de tortugas que llevan mensajes entre la casas sin ventanas del camino de los brujos y todas las ratas de la ciudad se están cortando la cola mordiscos la esposa de mazo managua que se burló una vez de la tónica por ya hace un produjo enloqueció y se niega a llevar ropa incluso las dos recién lavada es la hacen sentir como si un millar de insectos le corrieran por la piel y hasta el ciegos y evasión el comer ojos ha recuperado la vista según dicen sus esclavos son demasiados coincidencias suspiro corren tiempos extraños en caso y los tiempos extraños son malos para el comercio decirlo pero tal vez lo mejor sería que se fuera a usted de karts y cuanto antes mejor sarro le de unas palmaditas tranquilizado horas en los textos pero no tiene por irse sola en el palacio de polvo tuvo visiones sombrillas pero solo sueña con otras mucho más luminosas he visto feliz en la cama con nuestro hijo manto de su seno surge conmigo el mar deja de que lo haremos realidad no es demasiado tarde de un hijo mi dulce cánticos de alegría tú lo que quieres es que te den dragón voy a casarme con usted en ese caso váyase dijo el hombre con frialdad adónde a donde sea pero lejos si tal vez ya fuera ahora la gente de su que al azar había agradecido la oportunidad de recuperarse de las penurias parecidas en el desierto rojo pero ya estaban descansados y con carne sobre los huesos y empezaban a mostrarse rebeldes