El campo en la Agenda 2030, con Miguel [CeC #4] 6i702w

La Agenda 2030, bueno, para mí es el contraargumento contra unas preguntas incómodas que estaban empezando a hacerse contra algunos efectos de la globalización. Es decir, es un paquete de argumentos para que el proceso de deslocalización en favor de otros países siga avanzando.

Son unos objetivos muy genéricos. Cada país tiene unos problemas muy concretos. Después, claro, de estos objetivos de desarrollo sostenible, la clave no es la intención que presenta, el nombre que presente. Por ejemplo, acabar con el hambre en el mundo, hacer un mejor uso del agua, mejorar la educación. La clave es cómo se desarrolla ese objetivo, a través de qué herramientas. Yo, por lo que estoy viendo, especialmente en Europa, no creo que solucione ninguno de los problemas que plantea. De hecho, los va a agravar. Hombre, eso está bastante claro. Los grandes grupos económicos que se están beneficiando de lo que es el desarrollo real de esos objetivos.

O sea, si ves grandes empresas que tienen el logo 2030, no les tiene que molestar mucho, porque realmente se da un buen argumento, pero después el desarrollo a lo mejor no es tan bueno. Pero no les molesta a una empresa que decida, voy a llevar mi producción a un país con otras restricciones, no les molesta, porque en cambio tú has bajado la emisión en España y en el otro país que no se preocupa tanto por estos objetivos, puedes desarrollarla allí con otras tecnologías que a lo mejor no son tan costosas como te resultaría hacerlo aquí. Si existe alguna propuesta alternativa, realmente no es necesaria, porque yo como pequeño empresario y por lo que veo a mi alrededor, nosotros siempre tratamos de producir mejor, tratamos de ser más eficientes y no necesitamos una agenda con un objetivo marcado para lograr esos objetivos.

Es decir, yo he visto aquí en la transformación de este campo, incluso te diría más, la generación que me precede, por ejemplo la de mi suegro, ellos vieron unos saltos en tecnología y eficiencia que no vinieron con ninguna recomendación, simplemente se dejó trabajar a la gente, se trabajó cada vez mejor, hemos pasado de tener un sistema de parrales totalmente antiguo a una tecnología de cultivos sin suelo, de lucha integrada, de obtener unas rentabilidades que hace 50 años eran inimaginables y esto ha sido simplemente por el dejar fluir las cosas y asegurando que nuestra producción iba a tener una salida.

En el ejemplo este que te he comentado, mi suegro, él dejó la agricultura hace unos años, él comenzó de, como se empezaba antes, salir del colegio y empezar a trabajar. Él vivió a lo largo de su vida laboral, vivió la transformación de este campo desde cuando eran unos parrales para uva a los primeros invernaderos, después él llegó a tener un cultivo sin suelo, es decir, en almohadilla hidropónica y en los últimos años de su carrera manejar insectos auxiliares para combatir las plagas. Todo esto fue un proceso natural y lo vivió a lo largo de su vida laboral. Yo creo que con las tendencias que estamos llevando ahora de exportarlo todo fuera, nuestro futuro no va a tener el recorrido que pudo vivir la generación anterior. Un mundo más desigual, un mundo mucho más desigual.