El camino de los reyes - Capítulo 8 2j3m1p

Ocho más cerca de la llama victoria nos hallamos en la cima de la montaña los dispersamos ante nosotros sus casas se convierten en nuestras moradas sus tierras son ahora nuestras granjas y ellos arderán como nosotros lo hicimos una vez en un lugar que es vacío y triste recogido en illan año mil ciento setenta y dos dieciocho segundos antes de la muerte el sujeto era una solterona ojos claros del octavo dan los temores de yan quedaron confirmados cuando jasna la miró directamente y luego bajó la mano segura en un gesto de frustración así que estás aquí ya hayan se estremeció los sirvientes te lo han dicho entonces crees que iban a dejar a alguien entrar en mi salita y no advertirme tras jasna un pequeño grupo de patrimonios vacilaba en el pasillo cada uno de ellos portando un montón de libros brillante colin dijo hayan yo solo ya he desperdiciado suficiente tiempo contigo dijo jasna los ojos llenos de furia te retirarás joven bar y no volveré a verte de nuevo durante mi estancia aquí me has comprendido las esperanzas de st john se desmoronaron se arrugó jasna colin era la personificación de la autoridad no se la desobedecía sólo había que mirar aquellos ojos para entenderlo lamento haberte molestado susurro yan recogió su zurrón y se marchó con toda la dignidad de la que fue capaz apenas pudo controlar las lágrimas de vergüenza y decepción que brotaban de sus ojos mientras recorría el pasillo sintiéndose como una auténtica idiota llegó al hueco de los porteros aunque ya habían bajado después de subir a jasna no tiró de la campana para llamarlos en cambio apoyó la espalda en la pared y se sentó en el suelo las rodillas contra el pecho el zurrón en su regazo se abrazó las piernas la mano libre agarrando la mano segura a través del tejido del puño respirar endo levemente las personas furiosas la inquietaban no podía dejar de pensar en su padre en uno de sus arrebatos no podía dejar de oír gritos chillidos y gemidos era débil porque la confrontación le inquietaba de esa manera le parecía que sí muchacha necia idiota pensó mientras unos cuantos dolores brent salían de la pared cerca de su cabeza qué te hizo pensar que podías hacer esto solo has puesto el pie fuera de los terrenos de tu familia media docena de veces durante tu vida idiota idiota idiota había persuadido a sus hermanos para que confiaran en ella para que pusieran sus esperanzas en su ridículo plan y qué habia hecho ahora malgastado seis meses durante los cuales sus enemigos se acercaban cada vez más brillante da bar preguntó una voz vacilante ya hayan alzó la cabeza advirtiendo que estaba tan inmersa en su tristeza que no había visto acercarse al sirviente era un hombre joven que llevaba un uniforme todo negro sin ningún emblema en el pecho no era un maestro de sirvientes sino tal ves uno en proceso de formación a la brillante colin le gustaría hablar contigo el joven indicó el pasillo para ridiculizarme aún más pensó ya hayan con una mueca pero una alta dama como jasna conseguía lo que quería ya hayan se obligó a dejar de temblar luego se levantó al menos había podido controlar las lágrimas no habia estropeado su maquillaje siguió al sirviente hasta la salida iluminada el zurrón agarrado ante ella como un escudo en un campo de batalla jasna colina estaba sentada en la silla que antes había utilizado ella con montones de libros sobre la mesa se frotaba la frente con la mano libre el moldeador de almas descansaba contra el dorso de su mano el cuarzo oscuro y agrietado aunque parecía fatigada su postura era perfecta su fino vestido de seda le cubría los pies la mano segura sobre el regazo jasna miró a yan bajando la mano libre no debería de haberte tratado con tanta ira joven daban dijo con voz cansada estaba simplemente mostrando insistencia una tendencia que normalmente ánimo tormentas encendidas a menudo soy culpable de testarudez y yo también a veces nos resulta difícil aceptar en los mas lo que guardamos para nosotros mi única excusa puede ser que he experimentado una inusitada cantidad de tensión