El camino de los reyes - Capítulo 1 1i6x3l

Uno bendito por la tormenta me hagáis batazo hijos de puta me habéis matado mientras el sol sigue calentando yo muero recogido el quinto día de la semana del mes beta del año mil ciento setenta y uno diez segundos antes de la muerte el sujeto era un soldado ojos oscuros de treinta y un años de edad la muestra se considera cuestionable cinco años más tarde voy a morir verdad pregunta curtido veterano crecen tenía al lado se volvió a mirar los de arriba abajo llevaba barba corta y en los lados de la cara a los pelos negros empezaban a hacer ver paso al color gris morir voy a morir como padre tormenta toalla morir pensó zen aferrado a su lanza cuya hasta estaba respaldada por el sudor queda tienes hijo preguntó el veterano fe no recordaba el nombre del hombre era difícil recordar nada mientras veía al otro ejército formar líneas al otro lado del rocoso campo de batalla el alineamiento parecía tan ordenado tan limpio las lanzas cortas en las primeras filas las lanzas largas filas catalinas a continuación los arqueros en los laterales los lanceros ojos oscuros iban equipados igual que jugón de cuero y falda una hasta las rodillas con un sencillo ponete de acero y un peto a juego muchos de los ojos claros tenían armaduras completas iban a caballo y las guardias de honor se congregaban a su alrededor con corazón que brillaba en color burdeos y verde bosque tapia entre ellos portadores de irlanda el brillante señora no era un portador de esquirla irlanda lo eran algunos de sus hombre y si se tenía que combatir a alguno los hombres corrientes no mataban a portadores había sucedido tan pocas veces que cada caso era ahora legendario está pasando libertad pensó con terror creciente esto no era una maniobra del campamento no era un entrenamiento sobre el terreno cuando con palos esto era real al aceptar el hecho el corazón latiendo en su pecho como un animal asustado las piernas temblorosas cena advirtió de repente que era un cobarde no tendría que haber dejado los rebaños nunca tendrías que hijo dijo el veterano la voz firme que tienes quince años señor y cómo te llamas zen señor el gigantesco hombre barbudo asintió yo soy tablet dales repitió hacen todavía mirando al otro ejército había tantos miles voy a morir verdad no darle tenía voz grave pero de algún modo eso era reconfortante todo lo va a salir bien mantener la mente despejada quédate con el pelotón solo he recibido tres meses de instrucción hacen le parecía huir como débil estallidos el sonido metálico de las armaduras y los escudos del enemigo apenas soy capaz de sujetar esta lanza padre tormenta estoy muerto no puedo hijo lo interrumpió dale con voz suave pero firme calza una mano y la apoyo sobre el hombro del muchacho el brocal del gran escudo circular que tales llevaba colocado a la espalda java la luz todo va a salir bien cómo puede saberlo las palabras de zen sonaron a súplica porque muchacho formas parte del pelotón de cala de bendito por la tormenta los otros soldados cercanos a sintieron mostrando su acuerdo tras ellos formaba no le hadas y más oleadas de soldados miles de hechos se encontraba justo al frente con el pelotón de cala dina compuesto por unos treinta hombres más porque habían trasladado hacen a un nuevo pelotón en el último momento tenía que estar relacionado con la política del campamento porque está para este pelotón en el mismo frente donde las paces tendrían que ser mayores pequeños miedos como manchas de mapa púrpura empezaron a surgir del suelo ya congregarse alrededor de sus pies en un momento de puro pánico casi estuvo a punto de dejar caer la lanza y echar a correr la mano de tablets sobre su hombro al mirar los confiados ojos negros del veterano vaciló este antes de que formaremos filas pregunta dale no tuve