Camina Libre 12. Mujer, desigualdad y salud. 1y1w10

El recuerdo de la cocina de mi casa es un recuerdo claro, muy claro, con olores que aún hoy puedo recordar, con conversaciones de mujeres que continúan en mi memoria y que siempre estaban ocupadas en abrir pucheros, en llenar de carbón la cocina, en atizar el fuego, en hablar, en contar, en contarse cosas.

Una de esas mujeres era mi vecina Concha.

Ella era menuda, era mayor que mi madre y que el resto de las vecinas que recuerdo.

Olía a limpio y a sopa de verduras, y siempre la dolía algo, entendía el dolor de cada una porque ella o lo tenía, o lo iba a tener, o lo había tenido.

Ellas, las otras mujeres, cuando ella se iba comentaban y decían que esos dolores los tenía desde que se la había muerto una niña al nacer.

La entendían a medias, y alguna siempre comentaba.

Ya dice el refrán, mujer enferma, mujer eterna.

Y así fue.

Seguí escuchando y creciendo con conversaciones.

Fíjate, siempre quejándose y nos va a enterrar a todos.

Estos días preparando este programa y escuchando la fanta de interés por estudiar las enfermedades de las mujeres y como los datos que Lucía nos muestra desde el desconocimiento por esta circunstancia que tanto nos afecta, ha vuelto a mi memoria Concha.

También ahora con mis años, con mi experiencia, con otras sensibilidades, con otras mujeres, he vuelto a ser parte de conversaciones y he escuchado, y también debo de confesar con dolor que he dicho, esa lo que necesita es un buen polvo, o yo lo que necesito es un buen polvo para tener un día soleado y limpio de nubes.

Gracias compañeras por vuestra sororidad con las mujeres, por ver y entender que debemos, que tenemos que modificar pensamientos, no los de otros o otras, sino los nuestros también, que la vida nos va en ello.

Soy la luz, soy la sombra, el presente, el ahora, alma de canta ahora, alma de canta ahora.

Soy la tierra, soy el cielo, soy la luna en un espejo, soy chamana, sanadora, alma de canta ahora, alma de canta ahora.

El poder es dentro de nosotros.

Y cantaré mientras me quede voz, no dejaré un rincón sin mi canción.

Y cantaré como una bendición la libertad de ser lo que soy.

Soy la lluvia, soy el trueno, soy la madre rayo y fuego, soy hermana luchadora, alma de canta ahora, alma de canta ahora, alma de canta ahora.

Hola, buenos días a todas las personas que escuchan este programa de Radio Peregrina.

De nuevo en Las Ondas con Camina Libre para hablar en torno a este 8 de marzo de las violencias visibles y las invisibles.

En este caso nos vamos a centrar en aquellos derechos que a veces se soslayan a las mujeres y de esas desigualdades que a todas luces son invisibles pero que afectan a nuestra salud y a nuestra vida cotidiana y por consiguiente también a nuestro futuro.

Hoy vamos a hablar de mujer, desigualdad y salud.

Os agradezco.