Cambio climático y poesía 2v3q50

Versos fractales, tendiendo puentes entre literatura y ciencia.
Un programa con Paco Esteban, Elena Feliu, Pedro Fresno, Raquel Caballero y Margarita García.
Que se durmieron abrazados licuándose por la calima, que parecían un trazo japonés que dice océano,
que no olvidaron el agua de esa noche cada mañana.
Comenzamos este nuevo programa, Cambio Climático y Poesía, de versos fractales,
con un poema titulado Mar, de Cristina Morano, concretamente su poemario Cambio Climático.
Cristina Morano nació en Madrid en 1967 y fue premio nacional de poesía José Hierro en el año 2000,
por su obra La insolencia.
Con José Antonio Ruiz Eliche, nuestro mago de los controles, a los mandos una vez más, comenzamos Versos fractales.
Elena Feliu Arquiola, catedrática de lengua española de la Universidad de Jaén.
¿Qué nos traen este programa sobre Cambio Climático y poesía?
¿Qué persona de ciencia que trabaja en Cambio Climático y escriba o qué poeta que escriba sobre Cambio Climático?
Hola Paco, buenos días. Voy a hablar de María Sánchez, que aúna las dos vertientes.
Es veterinaria, estudió en la Universidad de Córdoba, ella nació en Córdoba en el año 1989 y es escritora.
En concreto ha escrito dos libros de poesía y dos ensayos.
Así que tenemos una representante de esta unión de ciencias y letras.
Y además, como podemos leer en la solapa de sus dos poemarios, ahora mismo vive en Galicia, en una aldea de Galicia,
y trabaja con razas autóctonas en peligro de extinción, defendiendo otras formas de relación con la tierra,
como la agroecología, el pastoreo y la ganadería extensiva.
Qué chulo. Hace poquito, hace un par de semanas estuve en el antiguo edificio,
el edificio que fue la Facultad de Veterinaria en Córdoba, ahora es el Rectorado, un edificio precioso.
Sí, no lo conozco.
Muy bonito, muy bonito.
Bueno, pues, como digo, María Sánchez es veterinaria, estudió en la Universidad de Córdoba
y ejerce de veterinaria de campo, siguiendo la tradición familiar.
Su padre y su abuelo también fueron veterinarios, aunque ella es la primera mujer de la familia
en esta profesión tradicionalmente tan asociada a los hombres.
Ha escrito dos libros de poemas, ha publicado dos libros de poemas, el primero se titula Cuaderno de Campo,
se publicó en el año 2017 en la editorial cordobesa La Bella Varsovia,
y el segundo es más reciente, se publicó el año pasado, también en La Bella Varsovia,
y se titula Fuego la sed.
Buen editorial.
Buen editorial, que siempre apuesta por voces muy interesantes y diferentes.
Además tiene un libro de ensayo que se llama Tierra de Mujeres,
publicado en 6 Barral en el año 2019, y un glosario poético ilustrado
que recoge palabras del medio rural que se titula Almáciga.
Almáciga es una resina que se obtiene del lentisco y que es aromática.
Yo tampoco lo sabía.
Pues por eso está muy bien el libro, con palabras que muchos desconocemos o que se van perdiendo.
Ha recibido muchos premios por este compromiso con la defensa del mundo rural
y también de la defensa del papel de las mujeres en ese ámbito.
Por ejemplo, recibió el Premio Nacional de Juventud 2019 en la categoría de Cultura,
el Premio Fundación Princesa de Girón a Artes y Letras del 2021
y la Medalla de Andalucía al Mérito Medioambiental en el 2023.
Así que su labor es reconocida en distintos campos,
tanto en el ámbito de lo medioambiental como en el ámbito literario.
Yo voy a centrarme en su segundo libro, el más reciente, el del 2024, Fuego la sed.
En la contraportada se puede leer lo siguiente.
Se dice que es un libro militantemente político, militantemente lírico
sobre nuestra relación con nuestro entorno,
sobre la forma en la que las decisiones humanas repercuten en el curso de un arroyo o en el vuelo de un pájaro,
sobre la desmemoria por la que nos imponemos al territorio y borramos la posibilidad de otras actividades.