La Cabaña de al lado: Ravenous (1999) 56z3p

La cabaña del podcast presenta una ficción sonora, hoy presentando la película Ravenous.

A veces las películas esconden secretos, y otras veces los secretos las devoran desde dentro.

1999, el estudio Fox busca una película de terror para llenar un hueco en su calendario, pero no saben que están a punto de financiar una maldición.

Antonia Baird, directora de la película.

Reverendo Colcón, personaje de la película.

Capitán Boyd.

Vine a morir a este lugar, pero lo que encontré fue peor que la guerra.

Fue el hambre.

Sargento Hart.

El rodaje era un puto desastre.

Rodábamos en Eslovaquia, hacía menos 20 grados, y el guionista reescribía páginas cada noche.

Literalmente nadie sabía qué película estábamos haciendo.

El guionista, Ted Griffin.

Yo quería hacer algo sobre el hambre, con caricas pensionista, el militarismo, y encima con toques de humor negro.

Pero Fox no lo pillaba, quería un caníbal con espada.

Y yo eso no lo iba a hacer.

Hola, qué tal, oyentes cabañers. Ya habéis visto qué entradilla, qué intro hemos hecho para esta nueva, bueno, pues, clasificación de películas en la cabaña.

No es un programa al uso, no es un programa donde aparecen los podcasters, sino que es un programa donde Carlos Solo lo hace solo.

Y mira, os he traído hoy una película que se llama Ravenous, ya la habéis visto, ya la habéis oído en la intro.

Y es que, como os decía, en 1999 el estudio Fox necesitaba hacer una peli de terror, ¿vale?, para cubrir fechas de estreno y tal.

El proyecto se llamaba Ravenous, era un guion muy raro, una historia de canibalismo ambientada en Sierra Nevada, en California, en el siglo XIX.

Y, bueno, era una peli western, western de terror, imaginaros, ¿eh? Pues desde el principio fue todo complicado, ¿vale? El primer director era Milko Manchevski, que fue despedido pocos días después de empezar a rodar.

El segundo, que era Raya Gosnell, ni siquiera llegó a filmar nada, o sea, ni siquiera se presentó.

Y finalmente llamaron a Antonia Baird, que era amiga de Robert Carlyle, la recomendó él.

Y, bueno, pues una directora británica, con una mirada crítica y poco convencional, ¿vale? Baird llegó a un rodaje ya iniciado en Eslovaquia, en pleno invierno, con un equipo dividido.

Con un equipo que incluso estaba pasando hambre de verdad, como en la película, porque el catering a veces llegaba y otras veces no.

Con un guión en revisión constante.

Y, bueno, el estudio ni siquiera tenía claro qué quería hacer con esa peli.

O sea, y todo en condiciones extremas, ¿eh? Temperaturas bajo cero, cambios de localización porque había más nieve que la leche.

Y un reparto que incluía, que lo veréis.