Bloodborne: "Su Majestuosidad Carnosa", de Diego Soler 6z2s5r

Todo cambió con la llegada del tercer hombre.

Me refiero a la casa Keynhurst, claro está.

Los Keynhurst siempre han ejercido su realeza de forma cuidadosa.

Gentes tan importantes no pueden vivir cerca de personas...

Bueno, de personas como nosotros.

Usted y yo, para ellos, somos chusma.

Y el dominio que los dioses entregan a la nobleza requiere una cierta cortesía distante.

Siempre fue así con los Keynhurst.

Aun antes de que llegara el tercer hombre.

Yo lo sé mejor que nadie.

Majestuosidad carnosa.

Un relato de Diego Soler, en homenaje al universo de Bloodborne.

He servido a la casa que domina este castillo por más tiempo que yo o cualquier otro pueda imaginar.

Las callosidades en mis manos y los achaques de mi espalda, cada vez menos presentes, por fortuna, así lo atestiguan.

Cada pequeño dolor que traigo es el añadido de decenas...

¿Qué digo decenas? Centenares de viajes en carruaje, trayendo gente importante desde Yharnam, Hemwick o de donde fuera hasta el olvidado castillo Keynhurst.

Primero fui uno de los cocheros favoritos y luego fui el único.

Estuve en el malogrado intento de escapar del castillo en esa noche fatídica en la cual...

La sangre corrió como ríos entre los pasillos de mármol y terciopelo.

Fui hecho prisionero.

Mi coche era rápido, pero los ejecutores lo eran más.

El rey perdió la corona junto a su cabeza y no estoy seguro de haber salvado la mía, aunque eso es lo que me dicen.

Sigue pegada a mi cuello, pero la existencia se me hace cada día más ajena.

A veces ya no me siento vivo.

A pesar de todo, puedo hacer lo que me pide, sí.

Pero debemos apresurarnos.

La noche del cazador grita.

Nuestra señora sea bendita.

Usted puede hacer lo que desee, pero yo debo regresar antes de que el mal sueño termine.

Debo partir.

Debemos partir.

Y si quieres saber más del lugar por el cual tiene tanto interés, tanto como para arriesgar la vida en esta noche, creo que tenemos tiempo para un trago más.

La sangre correrá de sobra y el alcohol se echará en falta.

Así que acopiemos unos tragos más.