«Benengeli en la radio»: Gustavo Faverón y José Antonio Garriga Vela #Benengeli2025 2x1m32

Damos ya la bienvenida desde el Marcapáginas a todos los oyentes de esta jornada o certamen Benengeli que están conectando con nuestro programa en unas jornadas que abordan los cinco sentidos de la percepción humana y su reflejo en el proceso literario. Nosotros hemos seleccionado en el Marcapáginas a dos grandes maestros en estas jornadas Benengeli, a José Antonio Garriga Vela. José Antonio, muy buenas tardes.

Muy buenas tardes, ¿qué tal? Encantadísimo de saludarte. Y lejano pero a la vez cercano desde los Estados Unidos, Gustavo Faberón Patriau. Muy buenas tardes Gustavo en España. Buenas tardes, buenos días para mí, David.

Y hola José Antonio también. Hace tiempo que estoy con ganas de hablar contigo.

Muy bien, queridos amigos, pues os hemos seleccionado en este viaje a los cinco sentidos de la literatura. José Antonio Garriga Vela ha obtenido el premio Jaén de novela por Montaner 38 en debate, el premio Alfonso García Ramos por Los que no están, en anagrama, y el premio Dulce Chacón por Pacífico, también en anagrama. Y últimamente, el último que ha obtenido es el premio Café Gijón de novela por El Cuarto de las Estrellas.

Y por su parte, Gustavo Faberón pues es el autor de novelas como El Anticuario, Vivir Abajo, Finalista de la Bienal de Vargas Llosa y de los libros de ensayos rebeldes contra la alegoría Puente Aéreo y el Orden de la Lez. Y últimamente ha revolucionado el panorama literario con Minimosca en Candaya, que es un laberinto con forma de novela, un agujero de gusano en la historia y un portal hacia dimensiones paralelas enloquecidas donde se confunden realidad y memoria, ficción y metaficción, imaginación y tiempo. Queridos amigos, queridos José Antonio y Gustavo, hablábamos de los cinco sentidos de la percepción humana, su reflejo.

Hablaba también, antes estábamos hablando con otros amigos de Luis Martín Santos, pero en este caso vosotros, los cinco sentidos de la, bueno, de la percepción humana, ¿cómo los trasladáis? Claro, porque es muy complejo en el proceso de creación poder conseguir que un lector se sitúe en esa escena evocada por un maestro de la literatura, entonces nos gustaría que nos contaseis vuestros secretillos de creadores literarios acerca de cómo recrear el olfato, el gusto, el tacto, la vista, revelándonos hasta donde podáis, claro.

Pues José Antonio mismo.

Como he oído el silencio, no sé si soy yo el que tiene que hablar. Bueno, yo lo de los cinco sentidos lo tengo presente desde hace, sobre todo, desde el 21 de marzo de 2011, porque nunca me había desmayado, de pronto me dio un mareo, tal, me caía al suelo en la calle y me di en la 100 y a consecuencia de eso perdí, bueno, estuve, perdí el conocimiento y luego también perdí el gusto y el olfato durante, durante meses y luego lo fui recuperando, pero actualmente, y sobre eso he escrito una barbaridad, porque sin querer me salen las novelas y todo lo que escribo, desde entonces solo huelo lo bueno, no es falso, es real, o sea, no es literatura sino que es realidad.

No huelo el fuego, no huelo la basura, no huelo nada de lo malo y sin embargo huelo el azahar, todas las planchas, entonces eso me ha influido un montón en la literatura. Antes había escrito, por ejemplo, El Vendedor de Rosas, donde hablaba de, sobre todo, del olfato y, bueno, es algo que lo tengo muy presente y el otro día, precisamente, tuve un encuentro con tres escritoras y un escritor ciegos aquí en Madrid.