La Barca de Caronte: Criptozoología (PGM Nº20 T 03) (Nº78) (22-07-2024) p5j6f

Honda capital cómo cuando y donde quieras o de capital el punto es cuenta la leyenda que los muertos son los que cruzan el río aqueronte a través de mi barca que solo si llevas una moneda podrá subir la tienes sube y navega con nosotros historias misterio sí sí bienvenido a la barca de caronte comenzamos toda tu astucia para la doctora sus planes aquello era un interrogatorio su hallazgo y posterior estado mental hacían dudar a las autoridades sobre su periplo en marte generando incertidumbres respecto a su salud y sobretodo a un descubrimiento de tal calibre ella sabía que no estaba loca y estaba segura de queso ya lo debían de saber tenían otras máquinas y métodos para cerciorarse sobre su estado mental a pesar de todo le parecía un maldito interrogatorio y no una simple reporte de lo acontecido ido se le pidió que prosiguiera desde donde lo había dejado miss plan fijo la vista por encima del hombro de la supervisora observando un ventanal tan grande como los de la nave en la que había viajado a marte sin embargo en lugar de estrellas a toda velocidad se extendía un verde campo las criaturas se estudiaban al aire libre mientras la profesora señalaba el sol a los pájaros y extendía los brazos como si quisiera abrazar los árboles las escuelas comunales son casi se recordó a sí mismo hace tan solo veinte años descubriendo el mundo el espacio y la historia saber que las guerras de las que hablaban las profesoras las muertes y el hambre son quimeras algo que nunca sufrirá hasta ahora miso continuó con el informe la nave era automática la tripulación también todo era automático allá arriba estaba sola tan en el viaje como en el maldito marte las máquinas se le ayudaron durante las prospecciones pero eran inútiles no tenían tacto alguno así que tuvo que encargarse de todo ella misma esa zona te reformada era un infierno un desierto para la doctora missouri blancos aquello no era nuevo era arqueóloga ya había trabajado en lugares igual de duros que en la tierra las máquinas saturaban con la arena roja y pastosa de marte rompía las cuadrículas con sus zarpas así que decidió desconectar las y terminar el trabajo a mano como se había hecho siempre al segundo día de