
Audiolibro Conan el bárbaro -Villanos en la casa Parte3 5l3b3v
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Parte 3 (y última) del relato "Villanos en la casa" de Conan el bárbaro. Conan observa desde los espejos la llegada de Petreus y sus soldados. Verán el peligro que supone el hombre-mono y intentarán escapar de ahí cuanto antes. 305467
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Estás a punto de escuchar la parte tres y última de conan villanos en la casa si no has escuchado la parte uno ni la parte dos deberías ir ahora mismo al canal y buscar esos videos en cualquier caso como ha pasado bastante tiempo desde la parte dos voy a hacer un mini resumen para recuperar el hilo conductor y poder empezar con con el relato de acuerdo teníamos por un lado a nabo nidos un sacerdote que amenaza de muerte a mourinho por hacer negocios sucios con el extranjero murilo era un aristócrata que pide ayuda a conan para matar a navon y dos antes de que lo haga él entonces la historia nos lleva hasta el punto en que morí y conan se infiltran en la mansión de navon idus el sacerdote para poder asesinarlo sin embargo lo encuentran desnudo e inconsciente en el suelo nabo nidos al recuperar la conciencia les habla de que quien ha asesinado al perro guardián y al mayordomo y que lo ha dejado inconsciente es tac una especie de hom con rasgos y fuerza de un gorila y la inquietud del ser humano está como en un punto evolutivo entre el mono y el hombre conan murilo y navon y dos están mirando desde unos grandes espejos que permiten ver todos los recodos de la mansión para poder descubrir cómo escapar de ahí sin cruzarse con el salvaje tac sin embargo en un momento ven aparecer a alguien en uno de los espejos y ahí se quedó la historia sigue empezamos desde ahí murilo se dispuso a contestar cuando vio algo que le dejó paralizado una mano furtiva había abierto la cortina de una de las puertas en ella apareció un rostro oscuro cuyos ojos brillantes se clavaron amenazadores y la figura encorvada cubierta con la túnica escarlata petraeus exclamó navon idus por mitra que colección de buitres hay aquí esta noche el rostro seguía enmarcado entre las cortinas abiertas por encima del hombro del intruso asomaban otras caras morenas y delgadas iluminadas por una siniestra ansiedad que hacen aquí murmuró mourinho bajando inconscientemente la voz aunque sabía que no podían oírlo pues te pueden estar haciendo pétreos y sus ardientes jóvenes nacionalistas en la casa del sacerdote rojo dijo navon y durmiendo mira con qué avidez contemplan la figura del que consideran su mayor enemigo han caído en el mismo error que tu madre soldar divertido ver la expresión de sus caras cuando adviertan su equivocación murilo no respondió todo tenía un aire completamente irreal tenía la sensación de estar viendo una función de títeres u observando con cierto desapego los actos de los vivos sin ser visto ni oído como si él fuera un fantasma incorpóreo vio de petraeus acercó un dedo á sus labios imponiendo silencio a modo de advertencia y luego hizo una seña a los demás conspirador es el joven aristócrata no sabía si que era consciente de la presencia de los intrusos la posición del hombre mono no había cambiado seguía sentado de espaldas hacia la puerta por la que entraban sigilosamente los hombres tuvieron la misma idea que tú le dijo navon idus al oído sólo que por razones patrióticas y no egoístas ahora es fácil entrar en mi casa dado que el perro está muerto o qué ocasión para liberarme de su amenaza de una vez por todas si yo estuviera sentado don desde attac un salto hacia la pared un tirón de la cuerda ay petraeus había colocado suavemente un pie en el umbral de la habitación sus compañeros lo seguían de cerca con la relucientes dagas en la mano dax se incorporó y se volvió hacia él el inesperado horror que le produjo su aspecto cuando esperaban encontrar el odioso pero ha conocido semblante de nabo dos los llenó de espanto tal como le había sucedido a murilo petraeus retrocedió dando un chillido y empujando a sus compañeros hacia atrás estos tropezaron y cayeron unos encima de otros y en ese instante dac salvando la distancia con un salto prodigioso y grotesco tiró con todas sus fuerzas del grueso cordón de terciopelo que colgaba cerca de la boca inmediatamente abrieron las cortinas dejando la puerta libre y de esta cayó algo con un singular fulgor plateado lo ha recordado exclamó naval y lleno de júbilo la bestia es semi humana me ha visto hacerlo y no recuerdo
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