Ampliando Horizontes empresariales 2g3d5d

Muy buenos días a todos. Bienvenidos a un nuevo capítulo de Diario de una Autónoma.

Mi nombre es Marlin Yang, empresaria y escritora del libro Diario de una Autónoma, y como cada jueves te acompaño a ayudarte a desarrollar tu actividad como autónomo, a través de mi experiencia como empresaria y la de otros muchos que están pasando por aquí descubriéndonos su aventura en el mundo del autoempleo, y contándonos cómo llevar tu negocio a otro nivel.

Como ya sabéis, el objetivo del programa es hablar de abordando todos los aspectos fundamentales, desde las ventajas e inconvenientes asociadas al autoempleo, como los trámites a seguir para la puesta en marcha. Hoy, en Diario de una Autónoma, tenemos el placer de charlar con Ana Pérez, una mujer que lleva más de 15 años apostando por el emprendimiento en Jaén, con dos salones de peluquería y con una novedad que nos contará a lo largo de la entrevista.

Además, es secretaria general de la Asociación Provincial Jiernense de Mujeres Empresarias. Bienvenida, Ana. Muchas gracias, Mar. ¿Qué tal? ¿Cómo estás? Muy bien y encantada de que me haya invitado. Ana, una persona, una mujer muy valiente aquí en nuestra provincia, que además crea bastantes puestos de trabajo en nuestra ciudad. Cuéntanos un poquito de dónde te viene la vena emprendedora.

Pues bueno, mi vena emprendedora me vino por circunstancias de la vida. Yo fui madre muy joven, con 25 años. Estaba sacándome unas posiciones para profesora de peluquería y de estética y tuve que emprender. No era lo que quería en ese momento, pero dije, no voy a estar con unas posiciones cuatro, cinco, seis años, si tengo que hacer algo ahora.

Una niña pequeña, dije, venga, me lanzo. Mi marido, la verdad, que es un hombre maravilloso y fue el que me impulsó a dar el salto y decir, abre un salón. Abre un salón y a ver qué tal. Deja la oposición tres, cuatro años que no sabes dónde te van a mandar y es un poco una incertidumbre si la sacará, si no la sacará. Eso fue lo que me impulsó a dar el gran paso. Poco a poco abrí un pequeño salón, aquello tuvo buena aceptación. Empecé con tres, cuatro empleados. La cosa generó mucha más clientela. Gracias a Dios pude abrir el segundo salón, también fue la cosa muy bien y ya decidí poner uno grande.

En Jaén siempre son los centros súper pequeños y dije, bueno, voy a poner uno bastante grande, con bastante personal y vamos a ver qué tal. Y además es un riesgo, porque lo que estás comentando, los salones de peluquería aquí en Jaén, excepto los que son quizás de alguna franquicia, todos son salones pequeñitos y en Jaén es muy complicado. Sí, en Jaén es muy complicado. Son pequeñas autónomas que no quieren pegar el salto, no quieren contratar a nadie, porque hoy sabemos los costes tan grandes que es un empleado, lleva unos costes grandísimos.

Pero yo era mi ilusión tener muchísimas personas a mi cargo, porque a mí lo que me gusta es la formación, formar a un gran equipo. ¿Cuánta gente tiene ahora mismo? Actualmente tengo 20 personas. Que es una pasada para ser un centro de peluquería y estética en La Caña. ¿Qué cambio de las oposiciones a emprender? Porque tú vienes de familia emprendedora, ¿o no? Sí, yo vengo de mi padre autónomo, pero era un pequeño autónomo y yo en mi casa siempre vivía que era un pequeño autónomo. Y yo quería dar un paso más adelante, no quería estar sacrificada sin poder hacer formación 40 horas en un centro.

No, yo quería formarme, poder tener la posibilidad de viajar, de conocer cosas nuevas y para eso necesito tener gente en el salón para yo poder moverme. Entonces tú lo que buscabas es el lado bueno del emprendimiento, ¿no? Bueno, los años malos primeros, que por ahí tenemos que pasar todo, pero tú buscabas eso, esa libertad, ¿no? Sí, buscaba libertad, pues el tema siempre de la formación, de poder viajar, de ver cosas nuevas y de no estar 40 o 50 horas en un salón que al final no te deja ver más allá de lo que haces a diario, no te deja emprender algo nuevo.

Qué valiente, Ana. Tú eres la directora ejecutiva de tu centro, que se llama Peluquería Capricho, que tenemos uno en Plaza de la Libertad y luego tenemos otro en frente del Corte Inglés, ¿no correcto?