Amarga victoria (1939) BETTE DAVIS / HUMPHREY BOGART / EDMUND GOULDING / Drama Romántica / Cine Clásico 6w3m73

Amarga victoria.

Pla, ¿qué ocurre? He estado llamando toda la noche.

Michael, ¿te das cuenta de que son las cinco de la madrugada? ¿Quién llama? Es Michael.

Anoche tuvimos una fiesta y hace poco que se marchó el último invitado.

Cógelo tú.

Sí, la cocina.

Háblalo. Sí, lo sé, lo sé.

Diga, señorita Ana.

¿Qué sucede? El teléfono lleva mucho tiempo sonando.

Hablaré con él.

Michael, por Dios, ¿cree usted que estas son horas de llamar? Buenos días, señorita Ana.

Hace una mañana espléndida.

¿Podría hablar con la señorita Judith? No, de ninguna manera. Hace solo dos horas que duerme.

No la despertaría por nada del mundo.

Yo soy Judith Zerm, de los Zerm muertos de sueño.

Oh, cuánto lo siento.

Yo soy Michael O'Leary, de los O'Leary siempre despiertos.

Tengo un comprador para el potro. Ofrece diez mil dólares, pero ha de ser hoy mismo.

Si se refiere a favorito, ni hablar.

Tengo sueño, pero no me he vuelto loca.

Perdona mi atrevimiento, señorita Judy.

Pero usted ocúpese de ganar trofeos, y a mí déjeme que atienda a los caballos.

No le perdono el atrevimiento. Anoche le di órdenes bien concretas.

Se merece una bofetada.

A veces resulta impertinente, pero ¿qué se le va a hacer? Es el mejor preparador de caballos de América.

Lo que tú digas. ¿Qué hora es? Las cinco y media.

Buenos días, Marta.

Hola, Duffy.

Ven aquí.

Estaremos en los establos.

¿Ahora? ¿No creen que deben descansar un poco las dos? Sírvenos café, Marta, por favor.

Sí, señorita.

Bueno.

Vámonos.

¿Qué te pasa? ¿Estás dormida? Me gusta este mundo y no quiero dejarlo todavía.

¡Qué miedosa! Déjame conducir a mí.

¡No! ¡Déjame! ¡He dicho que no! Buenos días, señoritas.

Logré que se levantaran, ¿eh? Michael, no sea impertinente.

Tienen la mejor cuadra de caballos de carreras del país.

Lo menos que pueden hacer es venir para que los caballos las vean.

Si estos animales se levantan temprano para correr y saltar en su honor, hay que corresponderles.

Creo que es justo.

Michael, por favor.

¡Hola, Judy! ¡Hola! ¡Qué temprano! Ana, ven.

Sí.

Gracias por traerme.

Llévatelo, Bob.

Yo no lo toleraría, Judy.

No lo toleraré.

Deberías despedirle.

Eso pienso hacer.

Ahora mismo.

Nos trata como si fuéramos caballos.

Muy bien, despídele.

¿Yo? No, yo no soy la dueña, soy solo tu secretaria.

¿Pero cómo? No tienes un gran carácter, siempre presumes de ello.

¡Judy! ¡Hola a todos! ¡Hola! Buenos días, Alec.

¡Uy, qué fiesta! Todavía sigues celebrándolo.

Y dispuesto a empezar otra, solo tengo que cambiarme de flor.

¡Buenos días, Ana! ¡La encantadora Ana! Buenos días, Parásito.

¿Por qué no te vas a la cama? Te sienta mal madrugar.

Escúchame, se trata de un complot.

Michael, tu preparador, me dijo que me daría una buena comisión si lograba que Carrie comprase tu potro favorito.

¡Qué desfachatez! Ese dinero me vendría muy bien.

¿Ves cómo es un cínico? ¡Judy! ¡Hola, Carrie! Estoy dispuesta a quitarte de las manos ese potro si me das un buen precio.

No te venderé el caballo, pero te regalo a su entrenador.

Creo que está chiflada por él, pero Michael no le hace ni caso.

Eso no tiene ninguna gracia.

Judith, ¿quieres vender ese potro? No, por nada del mundo.

Perdón, Coronel.

Creo que debería comprarlo, Coronel.

Es un animal perfecto.

Jugará en el jardín de su casa con sus hijos y sus perros.

Y hasta puede invitarlo a tomar el té.

Relincha de un modo adorable.

Desgraciadamente, para saltar obstáculos se necesita algo más que una sonrisa.

¡Coronel Mantle! Mi padre tomó ese potrillo en sus brazos y me dijo ¡Será todo un campeón! ¡Es hijo de Victoria y de Phil Luce! Y descendiente de ganador.

Le llamaremos favorito.

En cuanto llegue al poste de las dos millas, se le acelerará el corazón y al saltar el primer obstáculo, fallará.

Michael, ¿usted...