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Alan por el mundo: por qué un 'influencer' con millones de seguidores se jugó la vida para ver los restos del Titanic

Alan por el mundo: por qué un 'influencer' con millones de seguidores se jugó la vida para ver los restos del Titanic 521x43

3/4/2025 · 09:26
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En 2023 un accidente conmocionó al mundo. Cinco personas murieron al bajar en un sumergible hasta los restos del Titanic, a 3.800 metros de profundidad. Un año antes Alan Estrada hizo el mismo viaje. En esta conversación habla de aquellos días. De su viaje. Y del viaje del desastre. 2376b

Lee el podcast de Alan por el mundo: por qué un 'influencer' con millones de seguidores se jugó la vida para ver los restos del Titanic

Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Alan Estrada tiene 44 años, es mexicano y es uno de los influencers de viajes más populares.

Seguramente le conocerás o habrás visto alguno de sus vídeos, y quizá no te suene su nombre, pero sí su marca, su apodo de guerra en las redes sociales. Es Alan por el Mundo.

Alan grabó su primer vídeo en 2007, una escapada de mochilero a China, pero no lo subió a internet hasta Desde aquella época, 2010, ha logrado unas cifras de seguidores que entonces hubiera calificado como impensables, como una misión imposible. Tiene en la actualidad 3,7 millones de seguidores en YouTube, 1,9 en Instagram, 3 millones en Facebook, casi un millón en TikTok. Alan era actor, tiene aspecto de actor con buen porte y facilidad de palabra. En España participó en el elenco de Hoy no me puedo levantar, aquel musical que triunfó en la Gran Vía, hasta que su vida cambió en un viaje a la India.

Lo que me transformó en ese viaje, más allá del destino, es quién era yo en ese momento.

Fue un viaje que me confrontó con mi ignorancia, me confrontó con mis estrechas de mente, me confrontó con mis prejuicios, y entonces al confrontarlo de forma tan agresiva, porque se me ocurrió irme a la India, cuando yo lo único que había ido era a Disneylandia, pues fue un cambio muy brusco, entonces esa salida de la zona de confort tan agresiva y hasta violenta, porque nos pasó de todo, fue una sacudida de decir, bienvenido, este es el mundo, no nada más tu mundo.

Y sí creo que los seres humanos tendemos a tener esta visión encapsulada de nuestra propia realidad y nos cuesta trabajo ver más allá, a lo mejor como una manera de protección, que sé yo, no soy psicólogo.

Ese viaje lo que hizo fue romper esa burbuja, acercarme a otras realidades, a otras culturas, a otros colores, a otros sabores, de manera muy agresiva, porque no me lo esperaba, y eso definitivamente me transformó.

Alan se sintió incómodo con la comida, con el clima, con la pobreza, con la cultura.

Si hubiera tenido dinero, hubiera vuelto a casa.

Una incomodidad con el idioma, con el clima, con la comida, yo no quería comer nada, con la cultura, no entendía, y sobre todo, yo vengo de una ciudad pequeña de México, crecí en una familia muy tradicional, hoy por hoy no soy creyente, pero tuve todos los sacramentos católicos, 10 años de mi vida en un colegio católico.

Entonces cuando llegas a un lugar como la India, y hay un dios con cabeza de elefante y otro con cabeza de mono, dices, un momento, ¿qué me contaron? Porque nadie me explicó que había otras realidades, y es como viajar un documental, diría yo.

Y sin embargo, aquel viaje se convirtió en el principio de una forma de vida.

No sospechaba que iba a ocurrir, pero lo deseaba.

Su sueño era que le contratara a Discovery Channel y que hiciera viajes para ese canal de televisión.

Aquello no sucedió, así que el trabajo se lo inventó él mismo.

Fue así como empezó a subir sus vídeos, los vídeos de sus vacaciones, vivió un cambio en los medios de comunicación.

Alan empezó a hacer cientos de viajes, a estar mucho tiempo fuera de casa, y en ese punto le preguntamos si viajar es menos emocionante cuando se convierte en una rutina.

2018 yo creo que fue el año que más viajé, y fue un año que me pasó factura en todos los aspectos de mi vida por estar tanto tiempo fuera de casa.

En el aspecto personal, en la salud, entonces hubo un momento en el que tuve que parar, porque todo se empezaba a derrumbar a mi alrededor por estar de un lado para otro y con una agenda imposible.

Aunque para ojos ajenos soñaba con el trabajo soñado, todo se está yendo al carajo.

Incluso entré en crisis existencial de decir, ¿qué está pasando? Sí creo que el disfrute se modifica, el viaje se modifica, pero yo disfruto mucho mi trabajo.

Y te pongo dos escenarios, ¿no? Visitar Madrid, yo nunca he grabado en Madrid, solo he venido de...

Viví aquí, he venido muchas veces, entonces yo no conozco una Madrid grabando Alan por el mundo.

Sé que si un día vengo y grabo, mi dinámica será otra y mi disfrute será otro.

Hoy disfruto mucho cuando estoy creando contenido que sé que tiene calidad, ¿no? O sea que cuando me toca un atardecer hermoso digo, guau, estoy logrando unas tomas increíbles, cuando tengo , por ejemplo, a un museo antes de que abran y puedo disfrutarlo, hay unos gajes de mi oficio que son increíbles, ¿no? Eso sí lo disfruto.

Tenía ganas de ver a Alan y de preguntarle por una de sus aventuras más conocidas y peligrosas.

Él descendió en un sumergible a los restos del famoso crucero Titanic, hundido a 3.800 metros de profundidad.

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