Al mando de la crianza gamer 5d115a

Mandalorias y bienvenidos a un capítulo del mando, esta vez detrás de un parón que hemos tenido que hacer debido al apagón.

¿Qué tal? ¿Cómo sobrevivisteis al apagón? Porque aquí, por mis barrios, se escucharon cosas como, esto la culpa la tiene el haberse enterrado a Franco.

Cosas así muy nazis, nunca mejor dicho. ¿Y cómo llevasteis lo del apagón, por cierto? Bueno, a ver, me aburrí una pila, ¿sabes? Porque precisamente me iba a poner a ver el capítulito de las hojas y, o no, o era de otra serie. Bueno, me iba a ver una serie y la verdad es que me cortó todo el rollo. A veces fue la luz y me jodió bien. Lo primero que pensé, ah, ya se ha olvidado de pagar alguna factura. Pero no, no era eso. Salí, vi que el porta tampoco tenía luz y digo, bueno, se habrá ido la luz en el bloque. Hasta que viene mi tía ultra alarmada. ¿Qué es esto de España? ¿Es parte de Portugal? Y yo digo, bueno, a veremos.

Y el one man, nada, para lo que llevo preparándome toda mi vida. Ahora es el momento de dar el golpe de estado. Preparándome toda mi vida. No pude ni comer, porque toda la cocina mía es eléctrica. No pude hacerme nada. No pasé hambre. Si no había idonea por el pan y luego ya estaba el supermercado saqueado.

Y agua tendría, ¿no? Porque vamos. Gracias a Dios que no era en bajo. Porque tengo colegas que al vivir en pisos altos, la bomba esta que los tira el agua para arriba también y el eléctrica no llegaba. Bueno, hubo gente que se quedó sin agua. Sí, sí, sí, yo no. Yo tuve agua, yo tuve agua y estuve bien aburrido.

Pero luego mi compadre Abraham vino a hacerme compañía un rato y ya está ahí. Pues ya volvió la luz y nada, bien. ¿Y usted, David? ¿Qué tal el apagón? Pues la verdad que a mí me pilló trabajando, pero a una hora de salir de trabajar. Y lo único que cuando llego a casa, pues me suelo ver algo. O suelo ver con Yasmín una serie o alguna cosa. No vimos nada.

Y la verdad que fuimos a dar una vuelta y el tiempo que estuvimos en casa jugando a la DS.

Vaya, fuiste a dar una vuelta. Sí, como todo el puto pueblo. Como todo el puto pueblo. Salimos y la calle parecía que estuviéramos en agosto. Había niños jugando en la calle. De repente volvieron a dibujar un teje.

Volvimos a los 90 de golpe. A los 90 no, a los 70 casi diría yo. Porque es que bajabas a la calle todos los niños jugando. Nadie mirando el móvil, claro, imposible. Nadie podía mirarlo.

Y corritos de personas. Bueno, bueno, no tanto, pero sí que corritos de personas escuchando la radio.

Dices tú, madre mía, me parece esto un episodio de Cuéntame. Es muy curioso. Pues yo no lo he visto.