34.Cierre y o Cero: la fórmula para desengancharse 1m6n3n

Capítulo 34 Cierre y o cero, la mejor fórmula para liberarse.

Es súper importante cerrar bien nuestra historia de amor, ponerle un final, cerrar la puerta, echar un candado.

El cierre hay que hacerlo siempre.

Primero te sientas a hablar con tu pareja, pero después también tienes que cerrar tú por dentro, a solas, contigo misma.

Es importante visualizar cómo sale de tu corazón si quieres que ya no siga en tu vida, o cómo se queda sentadito en el rincón de los ex, un espacio pequeñito que hay en tu corazón para las anteriores parejas.

Es importante cerrar y despedirse para que tu corazón sepa que todo se acabó, y sobre todo para que no te hagas ilusiones con falsas esperanzas y no te enredes en la trampa de las reconciliaciones.

A veces los cierres son muy dolorosos, otras veces son maravillosos.

Yo he tenido cierres muy lindos en los que he podido hablar durante horas, he podido reír, llorar, recordar, abrazar a mi pareja y despedirme con mucho, mucho amor.

Otros cierres no, han sido conversaciones llenas de reproches y de dolor, y muchas veces no me he podido despedir.

Pero sí que me he despedido yo por dentro.

¿Por qué es importante cerrar una historia? Creo que nos ayuda a los dos a aceptar que es el final, pero sobre todo me ayuda a mí misma.

El cierre me ha servido para no quedarme con las cosas que he necesitado decir, para no quedarme con preguntas y para que la otra persona, y tú misma, tengáis claro que ya ha llegado el final.

Para que el pasado se quede atrás y podamos caminar ligeras hacia el futuro, hay que poder cerrar las relaciones de pareja y asegurarse de que quedan cerradas del todo.

Es importante hacer el ritual del cierre para poder despedirte por fuera y por dentro, salir de tu última etapa sin cargas del pasado y poder empezar una nueva con ilusión.

Para olvidar a alguien no hace falta destruir el amor que sientes, solo tienes que liberar de romanticismo el vínculo con tu ex, y así solo queda el cariño.

En las historias de amor del bueno, lo mejor es terminarlas con un cierre bonito que os deje un buen recuerdo, que os alivie la tristeza y os ayude a estar bien, porque así el duelo es más corto y llega antes el olvido.

Si tu pareja no se porta bien contigo o no ha sabido cuidarte o no acepta la separación, entonces el cierre lo tienes que hacer tú sola.

Puedes sentarte en el suelo, poner unas velitas y un olor rico, escribir un listado con todo aquello de lo que te vas a despedir, rompes en trocitos el papel y los quemas lentamente mientras te despides por dentro del amor que sentiste por esa persona.

Después del cierre, es muy importante el o cero.

La desconexión total es la mejor estrategia para olvidar a tu ex y también para desengancharte del amor romántico.

Sé que la tentación de conectar de nuevo es muy fuerte, pero el o cero es lo mejor para evitar hacernos daño mutuamente y también para desintoxicarnos de la droga del amor.

Cuando dejamos el alcohol, el tabaco o los omníferos, nuestro cerebro nos engaña con una voz seductora que nos invita a coger un cigarro o a tomarnos una cervecita.

Nos dice «No se va a acabar el mundo, mujer.

No te va a ver nadie».

Bueno, en realidad no es tan grave.

Es solo un cigarro.

Es solo una birra.

Es la última pastilla.

Esta será la última de verdad.

Pero yo, y tú, y todo el mundo sabe que para dejar de fumar lo mejor es dejar de fumar y tomar conciencia de que se acabó para siempre.

Lo mismo con el amor.

Primero hay que desintoxicarse para poder limpiarse y luego viene la tarea de deshabituarnos.

Para poder liberarnos de la adicción hay que pasar el mono, el mono o el síndrome de abstinencia, sabiendo que habrá momentos buenos, momentos malos, momentos muy malos y momentos horribles.

En todo este proceso tenemos que cuidarnos mucho y rodearnos de nuestra gente querida.

Nuestro cerebro tratará de engañarnos con mil trucos y estrategias porque necesita la serotonina, la dopamina, la oxitocina, la adrenalina, todas esas drogas placenteras que fabrica nuestro cerebro cuando da y recibe amor.

Hay que resistir las ganas de llamar.

Hay que resistir las ganas de pedir un último encuentro.

Y también hay que resistir la búsqueda de excusas para entrar en o con la otra persona.

Y también hay que evitar las excusas para no entrar en o con la otra persona.

Yo a veces he necesitado muchos meses de desconexión total, a veces dos años.

Normalmente lo he hecho con la complicidad de la otra persona.

Nos hemos dicho yo sé que tú vas a estar bien, tú sabes que yo voy a estar bien y si nos pasa algo nuestra gente nos lo dice.

No hace falta hablar, no vamos a hablar, no nos vamos a llamar.

Los dos sabemos que nos queremos mucho y que esto es necesario para poder deshacer el lazo, para soltar y emprender el vuelo cada uno por su lado.

Una de las cosas más importantes del o cero es que nunca debe servir para hacer daño.