2X08. Alucinaciones, guerras y un retablo con un mono adivino 3u321p

Don quijote bajó á la gruta de montesinos colgando como si fuese tom cruise en misión imposible dijo yo no lo sé porque todavía no lo hemos descubierto precisamente en el próximo capítulo que va a comenzar inmediata simplemente es donde nos va a contar qué es lo que vio dentro de esa uta y ya paro esta introducción porque sería alargar lo inenarrable porque para qué alargarlo si lo que quiero es saber que vio queremos saber qué vio dentro de la ruta de montesinos en que termina capítulo veintitrés de las irables cosas que el extremado don quijote contó que había visto en la profunda cueva de montesinos cuya imposibilidad y grandeza hace que se tenga esta aventura por apócrifa apócrifa del latín apócrifos es inventada falsa las cuatro de la tarde serían cuando el sol entre nubes cubierto con luz escasa y templados rayos dio lugar a don quijote para que sin calor y pesadumbre contase a sus dos clarísimos oyentes lo que en la cueva de montesinos había visto y comenzó en el modo siguiente a obra de doce o catorce estados de la profundidad desta mazmorra a la derecha mano se hace una concavidad y espacio capaz de poder caber en ella un gran carro con sus mulas éntrale una pequeña luz por unos resquicios o agujeros que lejos le responden abiertos en la superficie de la tierra esta concavidad y espacio vi yo a tiempo cuando ya iba cansado y mohíno de verme pendiente y colgado de la soga caminar por aquella escura región abajo sin llevar cierto ni determinado camino yo así determiné entrarme en ella y descansar un poco di voces pidiéndoos que no descolgarse es más la soga hasta que yo os lo dijese pero no debistes de oírme fui recogiendo la soga que enviaba y haciendo della una rosca o rimero me senté sobre él pensativo además considerando lo que hacer debía para calar al fondo no teniendo quién me sustentarse y estando en de pensamiento y profundo y confusión de repente y sin procurarlo me salteó un sueño profundísimo y cuando menos lo pensaba sin saber cómo ni cómo no desperté dél me hallé en la mitad del más bello ameno y deleitoso prado que puede criar la naturaleza ni imaginar la más discreta imaginación humana de familia en los ojos limpie malos y vi que no dormía sino que realmente estaba despierto con todo esto me tenté la cabeza y los pechos por certificarme si era yo mismo el que allí estaba o alguna fantasma vana y contrahecha pero el tacto el sentimiento los discursos concertados que entre mí hacía me certificaron que yo era allí entonces el que soy aquí ahora ofreció m luego la vista un real y suntuoso palacio o alcázar cuyos muros y paredes parecían de transparente y claro cristal fabricados del cual abriéndose dos grandes puertas vi que por ella salía y hacía mí se venía un venerable anciano vestido con un capuz de valle neta morada que por el suelo le arrastraba tenía los hombros y los pechos una beca de colegial de raso verde cubría la cabeza una gorra milanesa negra y la barba carísima le pasaba de la cintura no traía arma ninguna sino un rosario de cuentas en la mano mayores que medianas nueces y los dieces asimismo como huevos medianos de avestruz el continente el paso la gravedad y la altísima presencia cada cosa de por sí y todas juntas me suspendieron y iraron llegóse a mí y lo primero que hizo fue abrazarme estrechamente y luego decirme luengos tiempos ha valeroso caballero don quijote de la mancha que los que estamos en estas soledades encantados esperamos verte para cada noticia al mundo de lo que encierra y cubre la profunda cueva por donde has entrado llamada la cueva de montesinos hazaña sólo guardada para ser acometida en tu invencible corazón y de tu ánimo estupendo ven conmigo señor clarísimo que te quiero mostrar las maravillas que este transparente alcázar solapa de quien soy yo alcaide y guarda mayor perpetua porque soy el mismo montesinos de quien la cueva toma nombre apenas les dijo