#21 Directe 65316u

David Blazquez, Pérez Blazquez, perdona, bueno. Buenas tardes. Enhorabuena primero por tu campeonato de esta temporada. Liga regular. Liga regular, bueno. Ahora viene lo bueno. Ahora hay que dar el do de pecho.

¿Cuáles fueron tus inicios y de quién aprendiste? Pues bueno, yo empecé, la verdad es que he pasado por muchos deportes. Empecé jugando a fútbol y futbito porque mi padre había jugado a fútbol.

Luego en el colegio, en el CIDE, hice baloncesto, hice balonmano y al final acabé en voleibol.

¿Pero por ahí eres especial? No, la verdad es que yo hacía diferentes extraescolares. Yo ya más o menos era alto para la edad que tenía en aquel momento. No crecí mucho más después por mala suerte, pero estuve en diferentes deportes. Pero claro, cada vez que a lo mejor tenía una mala nota o lo que sea, mi madre tenía la cultura, mal mamá en eso, de quitarme del deporte. Entonces me quitaba.

Entonces claro, no podía seguir progresando en ese deporte, pero venía otro entrenador de balonmano y decía, oye, tú vente, vente. O a balonmano o tal, no sé qué. Hasta que empecé a jugar en el colegio con amigos jugando a la típica pared, golpeando la pared, el juego de bota la pared. Y me dijeron, oye, vente, vente con nosotros, que jugamos a voleibol. ¿Pero jugáis aquí en el colegio? No, jugamos en el Palma. Y el entrenador nos ha dicho que quiere niños altos. Y yo dije, bueno. Entonces yo me fui para allá y empecé. Y la verdad es que me enganchó muchísimo.

El entrenador era un entrenador muy bueno, muy peculiar. Es una metodología antigua que ahora mismo no podríamos poner en práctica. Pero la verdad es que yo estaba muy motivado hacia el entreno cadete, hacia el entreno juvenil. Yo empecé con 15 años a jugar a voleibol. Entonces empecé tarde. Lo que pasa es que quizás traía el bagaje de otros deportes y lo cogí rápido. Y enseguida se me dio bastante bien y empecé a jugar.

Y a partir de ahí empezó mi relación con el voleibol. Fue una relación intensa, muy buena y en la que ya me enganchó y bueno, me quedé.

Como entrenador has conseguido grandes éxitos. Éxitos en categoría senior. Has subido al CIDE Superliga, el Gárdena Superliga II. También he subido al Icaro. Cuéntanos un poquillo esta experiencia como entrenador. Conseguir estos éxitos. Pues bueno, la verdad son recuerdos muy bonitos. Todos ellos.

Desde la primera vez que gana la Copa CEP en su momento con Icaro. El ascenso con Alaró en el 2005.

Recordar, por ejemplo, el ascenso con CIDE. Con amigas en pista. Y la verdad es que sentirme...

La primera vez que escuché el himno nacional con, digamos, cumplir un sueño. De decirme que me encantaría estar una vez en la selección nacional. Y estar allí con el polo de la selección y escuchar el himno. La verdad yo ese recuerdo lo tengo muy vivo. Son cosas muy bonitas que te regala este deporte y a las que le doy gracias por haberlas vivido. Es cierto que luego los éxitos, con el paso de los años, no sé si quizás por el hecho de que por suerte he tenido que... He ganado alguna vez. He perdido mucho más que he ganado. Eso siempre. Pero he ganado alguna vez. Se van diluyendo.

Se van diluyendo a nivel de que ahora me llama mucho más y me llena mucho más el ver a una jugadora progresar. El ver que llega ella. El ver que realmente influyes en una persona que a lo mejor lo está pasando mal. Y a través del deporte consigues que esté mejor que el ganar la medalla o el campeonato. ¿Y qué te inspira más a la hora de entrenar y llegar a estos objetivos? Bueno, a mí me inspira mucha gente que tengo alrededor.

Por suerte tengo amigos entrenadores de voleibol y gente del mundo del deporte y me inspiran. Y aparte amo este deporte, no puedo negarlo. Para mí me he dejado media vida en él y lo haría otra vez porque estoy enamorado de él. Me encanta entrenar. Me encanta estar en la pista con la pelota y con las chicas. Lo que ahora me lo tomo de otra manera muy diferente. Antes era como un objetivo