(2025-Mayo-23)-El Trabajo del Maestro Tibetano.jesús jurado.rama viveka-rubí 6o4m48

Buenas tardes a todos, bienvenidos aquí a la Rama Viveka de Rubí. Hoy es viernes 23 de mayo de 2025.

Per Abel, el dueño presidente de la Rama, me sugirió el mes pasado que hablara sobre el maestro tibetano.

Creo que es la primera vez que me toca hablar del maestro tibetano y me afecta bastante porque, bueno, yo sigo su línea.

Y es curioso porque hemos hablado genéricamente de él, pero no hemos dedicado una presentación, yo al menos no he dedicado una presentación a él.

Claro, aquí lo que tengo que decir son cuestiones que este estudiante entiende, aparte de alguna característica que con los años he ido observando.

Por el maestro tibetano podemos comprender a un lama tibetano, un monje, en realidad un abad de un monasterio, que tenía unas cualidades especiales en el siglo XIX, y lo veremos más adelante, hacia 1875 alcanzó la quinta iniciación. Colaboró con Madame Blavatsky y posteriormente con muchos más, y sobre todo con la Bailey, que le dio la transmisión de un montón de libros. Ya de entrada digo que no fue el mismo el trabajo que realizó con Madame Blavatsky que el que realizó con Alice Bailey. Bien, vamos a continuar ya, familia.

Aproximación a la obra del maestro Deká. Se pone el puesto Deká al principio porque según cuentan los entendidos, en la puerta de sus ramas figuran las palabras Deká, como si fuera Dinamarca, Danmar, ¿no? Deká. Por lo tanto, esta imagen ha quedado toda asociada entre sus discípulos al maestro Deká.

Puede significar algo, puede significar muchas cosas. Esto es lo más interesante de toda la presentación, es de ocultismo práctico y de la venerable Madame Blavatsky.

Lee cinco minutos y reflexiona dos horas. Básicamente porque el señor Platón, que la precedió, y que actualmente es el Choján del quinto rayo, el famoso, ¿cómo se llamaba? Y Darío, ¿verdad? Pues dijo que toda la sabiduría procedía de la reflexión. Y la escuela pitagórica, que prácticamente toda la logia coge su enseñanza, basa esa reflexión en que en el día a día el estudiante, a través de una observación atenta, puede ir desmenuzándola con sus propias palabras.

Eso se va a quedar formando parte del bage del estudiante y, por supuesto, eso se va a convertir en sabiduría. Condición sine qua non.

Hemos de ser fieles a lo que hemos percibido, no a lo que los demás nos han dicho o nos ha parecido entender, a lo que nosotros hemos precisamente alcanzado.

Y aquí tenéis unos símbolos que nos van a acompañar en toda la presentación, pero tienen que ver con la enseñanza esotérica.

Ha salido todo bien, menos el círculo de la derecha inferior. ¿Mi derecha inferior por qué? Pues porque cuando se hizo y se trasladó luego a diapositivas, el sistema lo descomprimió un poco. Pero aquí tenemos un triángulo, una estrella de cuatro puntas, de cinco puntas, de seis puntas y de siete puntas.

¿Y por qué siete puntas? Bueno, porque es un trabajo que tarde o temprano tendremos que alcanzar. Hoy por hoy, a duras penas respondemos a la triada personal, menos aún a lo que está por encima de ahí. Y tenemos una rosa, que como sabéis muy bien, los que me conocéis, para este estudiante representa el vehículo causal. Veremos más cosas muy llamativas. Esto en realidad está siendo dos dimensiones, pero esto se mueve.

En la versión original se mueve, pero aquí no se mueve. No hay ningún problema. Esto se lo dedico, esta parte, a la señora Blavatsky.

El tibetano ayudó a madame Blavatsky, le parafraseó muchos términos, se lo explicó y ella poco a poco lo fue escribiendo.

Madame Blavatsky tenía un nivel de evolución muy elevado. Era un hará, tenía una cuarta iniciación que alcanzó en la personalidad, en la figura del conde Cayorto, en esa encarnación. Eso le sirvió para que le mantuviesen el vehículo emocional para el trabajo que debía realizar en la siguiente aparición.

Hizo un trabajo descomunal y prácticamente, hay que decir una cosa que seguramente no estaréis de acuerdo. Eso espero.

Desde los tiempos de Cristo y del Buda, no ha habido nadie en la Tierra que haya aportado tanta luz a la humanidad como la señora Blavatsky.

No puede ser, porque Francisco de Asís hizo lo otro, el otro hizo lo otro, etc. Sí, de acuerdo, hicieron lo suyo.

Pero que hicieran una presentación fuera del dogma de una fe cristiana, o de una teología, y apostaran por traer la tradición oriental y compararla con la occidental, y decirnos que todas las religiones tienen una parte dentro de ellas.