192. Qué nos dicen los gases sobre nuestra salud intestinal 6h143d

Nutrición Imperfecta con Marta Mármol. Bienvenidos a Nutrición Imperfecta, el podcast de Marta Mármol, un lugar para aprender a cuidarte y empezar a ver la nutrición como una aliada para recuperar tu salud y encontrarte mejor. Te recuerdo que puedes descargarte mi ebook gratuito Síntomas Digestivos de la Gran Epidemia en MartaMármol.com barra ebook. Y si quieres que te acompañemos en tu caso particular para recuperar tu salud puedes reservar consulta con cualquier persona del equipo, tanto de nutrición como de psicología en MartaMármol.com.

Y te recuerdo que si quieres suplementar tu salud con proteínas de calidad o suplementos tienes mi código de descuento MartaMármol en mayúsculas en la web de PaleoBull. Bienvenidos a Nutrición Imperfecta, yo soy Marta Mármol y hoy vamos a hablar de un tema que resulta a veces un poco escatológico, incluso un poco tema tabú y es que vamos a hablar de gases y qué nos aportan los gases, su información, la cantidad, el olor, qué información nos aporta sobre nuestra salud, sobre todo sobre nuestra salud intestinal.

Ya allá por el episodio 69 hablé de qué información nos dan las heces porque parece ser que esto ya está muy normalizado, entender que las heces nos hablan de qué está pasando en el intestino, como resultado final y sobre la consistencia, la frecuencia, incluso la forma, el olor nos puede aportar información. Pues de la misma manera nos puede aportar información cómo son nuestros gases, si tenemos en exceso o incluso el olor que tienen, nos pueden hablar de qué tipo de microorganismos tenemos en nuestro intestino y de cómo estamos degradando y fermentando la fibra o el resto de alimentos.

Además también nos va a poder hablar de cómo está el estado de nuestro estómago. Lo iremos viendo porque es una información muy importante y como decía, al ser un poco tema tabú no es algo de lo que se hable de normal y menos con la gente, entonces muchas veces pensamos que tenemos gases normales cuando a lo mejor no lo es tanto. Lo primero vamos a entender por qué se producen los gases.

Bueno, tenemos una parte que se va a producir simplemente por lo que tragamos al hablar, al respirar, incluso al comer, si comemos rápido o comemos hablando o incluso por ejemplo si comemos con cuchara y absorbemos o con pajita, bueno pues dependiendo del tipo de cómo comamos podemos ingerir más aire o menos que tendremos que expulsar. Pero los que más nos interesan y los que se producen en mayor cantidad es el resultado de la fermentación.

Recordemos que en nuestro intestino delgado, la primera parte del intestino, su objetivo y destino es absorber nutrientes y todo aquello que no absorbamos va a pasar al intestino grueso donde la gran cantidad de microbiota de microorganismos van a fermentarlos y como resultado van a generar gases. La gran mayoría de los gases, creo que es en torno a un 90 o incluso más, son gases que no generan olor, es el hidrógeno, el metano, el CO2, pero en cambio hay otra parte que sí que va a generar gases con olor, que son los más azufrados, para que entendamos lo que es azufrado es un olor más agua o podrido, aunque hay diferentes tipos, y luego también que son los que se degradan evidentemente de proteínas que tienen azufre, que tienen aminoácidos que contienen azufre como la cisteína, por ejemplo, y luego también vamos a tener otros gases como el indol y el escatol, que son gases más, yo siempre los describo como que huelen más a heces, más intenso, más a podrido, pero no tanto agua o podrido, no es tanto azufre.

Y se van también a generar, los vamos a ver ahora en profundidad, a través de la degradación de algunos tipos de proteínas, de los que contienen triptófano. Por tanto, tener un equilibrio de gases en los que a veces huelen y a veces no, podría ser normal y podría ser derivado de lo que hayamos comido ese día. En cambio, cuando vemos la tendencia siempre a un tipo, sobre todo de los que huelen, siempre de un tipo de olor que predomina, nos puede estar avisando de diferentes cosas.

Por ejemplo, puede haber un exceso de esas bacterias que degradan el azufre o un exceso de las bacterias que degradan las proteínas, que por tanto, seguramente venga más unido