
18. El día que Obregón alcanzó a Dios 1l161h
Descripción de 18. El día que Obregón alcanzó a Dios 524a2g
Obregón salió del Castillo de Chapultepec y se dirigió al restaurante La Bombilla para una comida programada con diputados de Guanajuato. Aunque había obtenido el apoyo de Calles para deshacerse de Morones, la conversación con su aliado le dejó dudas. 436a3f
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Bienvenidos a méxico en relatos donde cada episodio exploramos la rica tradición de historias y leyendas que definen nuestra cultura mexicana con alejandro basáñez obregón tomó de nuevo su vehículo llevando al castillo de chapultepec para dirigirse a la comida programada con los diputados guanajuatenses en el restaurante la bombilla a pesar de haber conseguido el apoyo de calles para deshacerse de morones tiene un mal sabor de boca derivados de la conversación que tuvo con su amigo y aliado le parece muy fácil era haber obtenido el apoyo para eliminar un tipo que él mismo plutarco elías calles se había protegido por años habrá que estar alerta si algo saliera mal señor será con todo contra su aliado do con un golpe de estado como los acostumbra realizar con tanto éxito que se había crecido mucho en poder ir un hecho que tenía que compartir el poder con obregón con morrones fuera del camino se conocía al verdadero calles de la transición juro que se pinchó en barro no no pasa de las fiestas patrias es el invicto general al pasar por el sitio exacto donde meses atrás intentaron matarlo con una bomba la muerte era su amiga y se dejaba agarrar las piernas don álvaro ya estaba acostumbrado a eso por algo del invicto militar que jamás ha perdido una sola batalla obregón llegó a la bombilla sin ningún retraso los lugares para sentarse en el comedor al aire libre estaban designados josé de león toral ya estaba dentro su credencial del periódico excélsior junto con una cara magistralmente dibujada a lápiz fueron su pasaporte de entrada al banquete afuera de ahí a escasos cien metros del restaurante sentado bajo la fresca sombra de un árbol el padre jiménez se encomendaba a todos los santos del santoral para que su muchacho tuviera éxito eustaquio hombre de confianza de justos garcía lucía impecable su uniforme de mesero llevaba una pistola escondido bajo su blanco disfraz al pasar junto a su jefe sonrió maliciosamente a ver electoral se acercaba poco a poco al general sonorense stake había colocado un francotirador con una mira telescópica en un árbol del jardín justo tenía la pistola cargada bajo su saco por si toral y sus hombres fallaban esta misión no podía fracasar y él estaba ahí para cerciorarse que obregón fuera abatido por las balas la orquesta de esparza oteo amenizaba la comida con agradables canciones como pajarillo barranqueños besos y cerezas entre otras los asesinos esperaron pacientemente a que empezara a sonar el limoncito favorito del presidente y que era la señal acordada para acribillar lo en caso de que algo saliera mal la mesa del bar qué te ha sido colocado en forma de herradura y obregón estaba sentado en el centro de la misma a su izquierda estaban los licenciados aarón sáenz enrique romero y a su derecha federico medrano y arturo orci atrás de él hay un enorme arco de frescas flores de mil co con la leyenda homenaje de honor de los guanajuatenses a álvaro obregón el glorioso general se encontraba sentado justo debajo de la palabra álvaro del adorno el esquelético león toral vistiendo un ramplón traje color café de muy mal gusto avanzó lentamente con el enorme letrero de flores a su espalda se colocó al costado izquierdo del presidente electo quien comentaba a dónde sainz los sabrosos que estaba el cabrito en adobo toral lo interrumpió repentinamente mostrando la caricatura que había hecho de él la creación del limoncito comenzó a sonar y obregón halagado por el retrato y por el gusto de escuchar su canción favorita sonrió el caricaturista diciéndole sigue así muchacho tienes mucho talento aarón sáenz también aprobó la aptitud electoral con una sonrisa el caricaturista sacó discretamente con la mano derecha su pistola española el bar star calibre treinta y dos y la colocó sobre la espalda del caudillo revolucionario disparó seis balas en línea esperando que algunas de ellas reventar el corazón del agresor de la iglesia el asesino levantó los brazos para que alguna de las detonaciones que iniciaron a escucharse y que creía que provienen de los guardias lo mataran y así alcanzar al señor en el paraíso obregón adara para el infierno así nos veremos los dos por última vez al ascender a las alturas del juicio final pensó mientras esperaba la muerte eustaquio el francotirador hacían blanco en el pecho del manco de celaya el estruendo de la música ensordece los disparos lacado obregón vaciándose de vida cayó con la mirada perdida sobre el plato de adobo su cuerpo giró hacia la izquierda por subir un voluminoso peso la cara de obregón vaciándose de vida cayó con la mirada perdida sobre el plato de adobo su cuerpo giró hacia la izquierda por su voluminoso peso y cayó de lado sobre el sólido mosaico del piso su frente se abrió con el gol eustaquio abandonó junto con el francotirador el concurrido restaurante el cual estaba en caos total todo el mundo gritaba corría rodaba por el suelo
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