🔵EL LATIGAZO 04/02/25 - CAERÁ la PICHONA? PEINADO IMPUTA a la ASESORA DE BEGOÑA GÓMEZ g1h4k

Caerá la pichona, Peinado imputa a la asesora de Begoña Gómez. ¿Tiene la justicia cabida a la
Moncloa o el entorno de Pedro Sánchez es intocable? Hoy, 4 de febrero de 2025,
el juez Peinado ha imputado a Cristina Álvarez, la mano derecha de Begoña Gómez,
dando otro golpe en la mesa. ¿Será este el principio del fin para aquellos
que se creen por encima de la ley? Veremos si Cristina se desmorona y tira de la manta.
Los salones de la Moncloa, según Begoña Gómez, su lugar de trabajo,
aparentemente se han convertido en la guarida donde se tejen las redes de corrupción,
según se deduce de las declaraciones de los testigos e imputados que han ido desfilando
por el Juzgado 41. Begoña Gómez, mujer del tirano Sánchez, ha sido señalada como la
artífice de un entramado de tráfico de influencias y corrupción, protagonizando
escándalos que han sacudido los cimientos del PSOE. Cada carta de recomendación,
cada contrato firmado, es una pieza más en el rompecabezas de la ilegalidad.
En abril de 2024, las primeras sombras de esta trama emergieron a la luz pública,
gracias al sindicato Manos Limpias.
Avalamos que esas informaciones que aparecieron en esos medios de comunicación están avaladas
documentalmente y es lo que hemos aportado el viernes pasado al Juzgado número 41.
¿Cómo es posible que compartiendo mesa, mantel y habitación no supiera el presidente del gobierno
los negocios de su esposa? Según el PSOE, parte de la fachosfera y voceros de la extrema derecha.
Y esa persecución se inicia con organizaciones ultraderechistas.
Recordad, no hay caso, o eso nos decían.
Intentando ensuciar el nombre de personas honestas, como es la mujer del presidente del gobierno.
Pero desde ese momento, la investigación se ha convertido en el juego del gato y el ratón,
donde Begoña ha intentado obstaculizar a la justicia, negándose a declarar o destruyendo
pruebas como cuando permitió que caducara su página web, mientras el juez peinado le
acorrala cada vez más, hasta el punto de que Sánchez intentó destruirlo empleando
a la abogacía del estado para creyerse contra él, por el único delito de hacer su trabajo.
La realidad, cada intento por tapar la verdad, lo que hace es hacerla más evidente.
Y únicamente los muy sectarios todavía defienden a Begoña Gómez.
Es necesario, por lo tanto, también hacer una reflexión sobre el ejercicio de la acción
popular. La utilización de la justicia penal de una figura que aumenta el riesgo de investigaciones
prospectivas y pervierte el esquema natural y lógico, en el que sólo deberían llegar ante
los tribunales de justicia, al proceso en definitiva, aquellas investigaciones en las
que concurran poderosos indicios de responsabilidad criminal.
Juan Carlos Peinado se ha convertido en un implacable guerrero contra la corrupción,
enfrentándose él solo contra el poder. Y poco a poco el juez Peinado ha ido
desentrañando la madeja de la corrupción, madeja tejida por Begoña Gómez y su fiel
escudera Cristina Álvarez, hoy imputada. Eso sí, lo han hecho de forma muy burda y
torpe, pero porque se sentían intocables. Así las cosas, el juzgado 41 se ha convertido
en el escenario de un espectáculo antescuelamentable. La mujer del presidente,
que no sólo ha de ser honrada sino que además ha de parecerlo, acogiéndose a su derecho a no
declarar para ocultar la realidad, en lugar de colaborar con la justicia para disipar cualquier
duda. Es evidente que el que nada debe nada teme y Begoña Gómez no está tranquila.
Y al igual que la Moncloa, la Universidad Complutense, el IE Africa Center, los estudios
de Radio Nacional de España e incluso la sala de autoridades de Madrid Barajas,
todos esos lugares han sido manchados por el escándalo. Cada zona, cada institución,
ha perdido su credibilidad ante los españoles por la avaricia y la codicia de la mujer de Sánchez.
Hemos visto cómo los entes públicos que nos pertenecen a los españoles han sido convertidos
en el cortiejo de la emperatriz. Y como ciudadanos además hemos visto cómo la corrupción de los
poderosos ha desvirtuado la justicia. Parece que la ley está para quitarnos libertades a los de
abajo y para multarnos. Mientras Begoña Gómez, su socio Barrabés y su asesora hacían negocios
a nuestra costa. España se desmorona por la ambición de unos pocos. Unos pocos que, eso sí,
están donde están porque millones les han votado. Unos por maldad y envidia, otros por la corrupción.