🔴 ESPECIAL: 5 años del mayor experimento social de la historia xx3b

En libertad, con Jano García.

Damas y caballeros, ¿qué tal? ¿Cómo están? Sean bienvenidos a esta noche del 13 de marzo de 2025.

Hoy tenemos, como les prometimos, programa especial sobre la pandemia del COVID-19 que, tal día como hoy, se cumplen cinco años desde que Pedro Sánchez anunciase a esta hora, pero de hace cinco años, que se iba a aplicar el estado de alarma en todo el territorio nacional.

Así lo anunciaba el 14 de marzo y así comenzaba una auténtica distopía.

La declaración del estado de alarma afecta a todo el territorio español durante 15 días que podrán prorrogarse con la autorización del Congreso de los Diputados si fuera necesario.

Esto quiere decir que a partir de hoy, para que los españoles lo entiendan perfectamente, la autoridad competente en todo el territorio será el gobierno de España.

Daba el pistoletazo de salida a, como digo, una distopía que no iba a durar 15 días, sino mucho más. De hecho, para ser justos, en esa época, en ese momento, la incertidumbre era máxima. Todo lo que sabíamos hasta entonces era un virus de origen chino. Los chinos, la transparencia pues no es un gran fuerte. Y a partir de ahí, países que estaban cerca de China, que comenzaban también a declarar casos, también a aplicar medidas, y luego el norte de Italia, que ya saben que se convirtió en el epicentro de la pandemia.

No hay que olvidar también, porque esto es importante, que cuando algunos exigían, oiga, haga usted algo, tome medidas, se estaban riendo del coronavirus todos los que 72 horas después, tras manifestarse, eso sí, el 8M, iban a estar sometiendo y denunciando a sus vecinos. Un cambio de opinión que, en fin, ni el propio Pedro Sánchez. Y ahí estaban todos diciendo, pongan un Lorenzo Milán en su vida, cuando decían, no, pero si esto no es nada, no hay ningún problema. Porque claro, enseguida se entró, y como es lógico, porque también eso obedece propia la naturaleza humana, el ser humano, frente a lo desconocido, pues suele actuar con precaución, con miedo, lo cual es lógico.

Te dicen que viene un virus de origen chino, que no sabes muchas cosas más allá de lo que podía proporcionar Corea del Sur, países como Japón o Singapur, pues ante eso es lógico, insisto, que se tomen medidas extraordinarias y que los seres humanos reaccionen con temor a lo desconocido. Pero no iba a ser esos 15 días, que luego se convertirán muchísimos más, lo que realmente fuese grave del asunto. Porque a día de hoy, de hecho, increíblemente, en España tuvo que dimitir una consejera de salud, para que nos entendamos de Castilla y León, por decir que la pandemia, en términos de muertos, pues no fue excesivamente grave.

Claro, esto uno lo dice y estadísticamente es cierto. El gran problema era ¿cuál? Pues el colapso de los hospitales. Y es cierto que en esos primeros meses, los hospitales se colapsaron. Y ahí aumentaron significativamente, desgraciadamente, no sólo por el COVID, sino también por no poder tratar a otros pacientes enfermos, las personas que fallecían. El exceso de mortalidad, ¿ustedes se acuerdan? Esto ocurría.

Pero los gobiernos, no sólo el gobierno español, sino todos los gobiernos occidentales, también del mundo, comenzaron a entender que esto era una oportunidad extraordinaria para funcionar al margen del control. Y, sobre todo, para aplicar todo tipo de medidas distópicas que los ciudadanos, y aquí está la gravedad del asunto, asumían y aceptaban sin rechistar. Pero todo iba a terminar cuando llegase la famosa vacuna.

Y ahí se lanzaban todos los expertos a decirnos que, en el momento en el que comenzase el proceso de vacunación, esto se iba a terminar e íbamos a poder recuperar la normalidad. Este era el mensaje que se trasladaba. Se hablaba de la inmunidad de rebaño, no sé si ustedes se acuerdan. Decían, cuando lleguemos al 70% de las personas, o bien vacunadas o que se hayan infectado, el virus desaparecerá. Era un mensaje falso. Era mentira. Un mensaje que no sólo, como digo, se trasladaba aquí en España, sino que se hacía para todos los ciudadanos.