09-05-2025 LEON XIV - 10 Minutos con Jesús b5h9

Señor mío y Dios mío, creo firmemente que estás aquí, que me ves, que me oyes, te adoro con profunda reverencia. Te pido perdón de mis pecados y gracia para hacer con fruto este rato de oración.

Madre mía inmaculada, San José, mi Padre y Señor. Ángel de mi guarda, intercede por mí.

Pues ya está aquí el Papa nuevo. León XIV acaba de ser elegido y, bueno, ha sido muy emocionante, no sé cómo lo has vivido a ti. Yo estaba en la iglesia con el Santísimo Expuesto, Huerges Jueves, y hemos estado ahí rezando, viéndolo en la pantalla, pero en silencio y esperando casi una hora a que saliera por fin al balcón de San Pedro a bendecir todo y a conocer, pues, quién era el Cardenal Prebost, ahora nuestro Papa León XIV. Y, bueno, pues, claramente el Espíritu Santo sopla donde quiere, porque no estaba mucho en las quinilas, por lo menos yo no lo había leído. Y qué bonitas las primeras palabras.

Creo que hoy el audio tendría que ser precisamente eso, masticar y meditar rápidamente, en estos diez minutos, las palabras que ha dicho el Papa León XIV. Así que no te digo mucho más. Te dejo con esas palabras. Medítalas, porque han salido de su corazón. No da tiempo a preparar nada. Ahí en la sala de las lágrimas se ha puesto a escribir de prisa y corriendo algo. Y, bueno, pues, estas cosas que salen ex abundancia cordis del corazón directamente son muy sinceras. Así que es un mensaje que seguramente es muy programático. Vamos a rezar juntos, escuchando al sucesor de San Pedro, nuestro Papa León XIV.

La paz sea con ustedes, dice el Papa León XIV, quien sigue hablando desde la plaza, desde el balcón de San Pedro. Se conmueve, se conmueve, Bibi, para el texto que ya trae redactado. Hace una pausa ante la ovación de la plaza de San Pedro. Un texto muy interesante que seguimos escuchando.

Dios nos quiere bien. Dios los ama a todos. Y el mal no prevalecerá.

Estamos todos en las manos de Dios. Por tanto, sin miedo, unidos, manos en la mano con Dios y entre nosotros, vamos adelante. Somos discípulos de Cristo. Cristo nos precede. El mundo necesita de su luz, la humanidad, la necesidad de Dios, como el puente que alcanza el amor y Dios por su amor. Ayúdenos también ustedes a construir este puente con el diálogo, con el encuentro, uniéndonos todos para ser todos siempre un gran pueblo gracias al Papa Francisco.