01x03 | Cuentos que curan: "El duelo no tiene tiempos; se trata de acompañar, no de empujar" 1c2143

Bienvenidos a Mentes Abiertas, espacio patrocinado por el Gobierno de La Rioja, con la colaboración de la Universidad Internacional de La Rioja y Caja Rural de Navarra.

Bienvenidos al tercer episodio del podcast Mentes Abiertas. En esta ocasión vamos a acercarnos a una de las emociones más difíciles de abordar. Hablar de la muerte, aunque es una parte natural e inevitable de la vida, sigue siendo complicado. El duelo es una de las experiencias más complejas por las que pasamos los seres humanos y el reto se agudiza cuando tenemos que ayudar a los más pequeños a entender y gestionar sus sentimientos tras una pérdida. ¿Cómo se enfrenta un niño al concepto de la muerte? ¿Cómo pueden los adultos, ya sean padres, maestros o terapeutas, acompañarlos en este proceso sin que se convierta en una carga emocional imposible de sobrellevar? Hoy tenemos la oportunidad de conocer la historia de Marta, una maestra de pedagogía terapéutica con una amplia experiencia trabajando con niños y emociones.

Su libro Nunca pierdas de vista el colibrí nace de una experiencia personal marcada por el dolor, pero también de su vocación por apoyar a los niños a procesar sus emociones. En este cuento, Marta nos invita a reflexionar sobre el duelo, utilizando la literatura como herramienta para explicar a los más pequeños un tema tan delicado. El cuento ha ido más allá de un simple proyecto personal, encontrando un espacio en consultas de psicología, donde ya es utilizado como un recurso para acompañar a quienes atraviesan procesos de duelo. Muy buenas, Marta. Buenas tardes. ¿Cómo estás? Pues bien. Para conocerte un poquito más, cuéntanos quién es Marta Muñoz y a qué se dedica. Bueno, pues como bien has dicho, soy maestra de pedagogía terapéutica, lo que antes llamábamos educación especial. Me dedico a ayudar a alumnos que tienen discapacidad, dificultades o altas capacidades.

Hemos dicho que íbamos a hablar de la muerte, del duelo... ¿Qué crees que sigue siendo lo más incomprendido sobre el duelo en la sociedad en la que vivimos? Bueno, pues yo creo que igual los tiempos de cada persona, porque no siempre es igual. Antes se decía que un año dura el duelo y ahora se está abriendo un poco más eso a la adaptación de cada persona, a cada situación. En este caso también el duelo animal, que quizás antes se comprendía menos y ahora se va abriendo un poco ese campo, porque ahora hay familias que tienen más animales y se va entendiendo un poco más esto. ¿Crees que hay formas sanas e insanas de transitar el duelo o cada persona tiene su manera? ¿Hay un patrón de, mira, el duelo es así, tú lo vas a pasar así o cada persona su mundo? Bueno, pues como decíamos, igual antes sí que había unos manuales más fijos, más estrictos y ahora pues se va ampliando un poco tanto los tiempos.

Antes se decía que eran unas fases concretas y ya está. Ahora se va entendiendo que puedes pasar de una fase a otra, que también es un poco el objetivo del libro, entender que no es un proceso lineal y que cada persona tiene su proceso. En tu caso personal, ¿cómo viviste tu proceso? ¿Qué fue lo más difícil y lo que más te transformó? ¿O lo que dijiste esto me ha ayudado a cambiar una parte de mi vida? Bueno, igual la adaptación a la nueva realidad, ¿no? De repente en mi caso era mi perra y bueno, pues es una situación en la que tú te tienes que adaptar a una nueva realidad, ya sea un familiar, ya sea... Bueno, pues cada uno su proceso. Yo creo que es ese cambio de la realidad, de la rutina, creo que es lo más difícil. Y una vez que ya te adaptas a esa nueva situación, pues empezamos a caminar, por decirlo de alguna manera.