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Un cordial saludo para todos los oyentes que nos están escuchando el día de hoy, mi nombre es María Angélica Vega, estoy hablando desde el Centro Universitario Girardot, soy asistente de Pastoral Universitaria y el día de hoy estoy acompañada de Salomé para un espacio que hemos aperturado ya hace unos días, hablando sobre historias de fe y resiliencia con estudiantes y colaboradores, hoy mi compañera que se va a presentar nos va a presentar una historia súper bonita de fe y resiliencia y bueno antes de empezar quiero que te presente Salomé. Hola mi nombre es Salomé Díaz-Piza, nací en Girardot el 11 de diciembre del 2006, toda mi vida vivía aquí en Girardot y estudié en la Universidad Uniminuto en la Licenciatura de Lenguas Extranjeras con énfasis en inglés, voy en tercer semestre.

Listo Salomé, qué bueno tenerte aquí el día de hoy para todos nuestros oyentes, quiero compartirles un poco de la finalidad de este espacio y es que este espacio está pensado justamente para rescatar esas historias de fe que nunca se escuchan, nunca se conocen, esas historias que vale la pena escucharlas desde la autenticidad de la vivencia espiritual de cada estudiante y de cada colaborador y el día de hoy tenemos la oportunidad de escuchar entonces la historia de fe y resiliencia de Salomé, entonces bueno ya como para dar inicio Salomé yo quiero que me cuentes cómo empezarías tú tu historia de fe y resiliencia, desde qué momento de tu vida, desde que naciste, desde una edad específica, cómo quieres contarnos esa historia, desde qué momento.

Pues mi vida, mi familia siempre ha sido alegre, hemos estado siempre unidos en la Navidad, en los cumpleaños, siempre, pero desde que comenzó, primero fue mi abuelita, después mi primo Rafa y después mi abuelito, nos fuimos separando, pero un punto en nuestras vidas que fue lo que me pasó, que nos volvió a unir.

Ok, entonces bueno, estábamos hablando de que tu familia no era muy unida. Éramos unidos. Ah bueno, y entonces te pasa algo, qué es lo que te pasa específicamente que reconstruye pues como esa dinámica familiar.

Pues todo comenzó en el 2016 en Girardot, había una enfermedad que era el dengue, el chingungunya y pues a mí me comenzó a dar gripa, pensaban que yo tenía dengue y me llegaron al hospital, me dieron estroetero germina, me inyectaron en venas, en las venas líquido para estar bien, pero eso no funcionó. En ese año volví otras tres veces y en mitad de año fui a vacaciones recreativas con mi prima y pues al comienzo disfruté, pero ya al final no pude meterme a la piscina, tenía fiebre, vómito, diarrea, dolor de cabeza y no me dejaba quedar despierta, todo el tiempo me da soñoliencia.

Y en el 2016, ¿cuántos años tenías? Nueve años.

Nueve años, o sea que tú, o sea te empezó como una gripa. Sí señora.

¿Y duraste cuánto tiempo con esa gripa? Todo el año hasta la navidad.

Y fue en las vacaciones recreativas de fin de año. De mitad de año.

Ah, las de mitad de año. Y bueno, y cuando tú te sientes muy mal entonces ahí ¿qué pasa? Que no te pudiste ni meter a la piscina.

Pues mi mamá le recomendaba a mi prima que me diera heterogermina y acetaminofén y agua a con harto limón y calditos.

Sí, ¿los remedios caseros? Sí.

¿Y entonces te llevan al médico o lo siguen tratando así? Pues todos decían que era una virosis, una virosis, una virosis.

Pero ya llevaba una virosis muy larga entonces. Sí.

Y pues yo no pude celebrar bien la navidad en Bogotá.

Yo todas esas fotos que me tomaban parecía una zombi andante, con la cara palia, la nariz roja, no sé.