Meditación de la mañana: “Transformar el ¨yo¨ y el ¨mío¨ limitados”, con Guillermo Simó 301sl

Om Shanti. Muy buenos días. Damos la bienvenida a la meditación matutina, aunque algunos... puede que escuchéis esta meditación en otro momento, no importa. Estas meditaciones son útiles para cualquier momento del día, pero se transmiten la meditación con la que empezamos por la mañana. Son las 8 aquí en Madrid. Vamos a meditar sobre transformar nuestra conciencia en dos aspectos, que es el yo y el mío.

Porque cuando decimos yo y mío, en la conciencia limitada estamos pensando yo en la persona física, el personaje, y mío mis propiedades, mis recursos, mis ideas, el mío con apego. Y el yo y mío se puede cambiar a una versión espiritual e ilimitada. Sería yo, yo el alma, yo el ser espiritual, el ser de luz. Y mío es todo aquello que es de la dimensión espiritual, las virtudes, las fortalezas y también mi relación con el alma suprema, con el benefactor.

Y entonces entramos en una conciencia completamente diferente. Vamos a meditar y explorar estos conceptos, estas ideas. Vamos a ajustar la postura, soltar las tensiones, dejamos que las manos descansen, los hombros sueltos y dejamos que la respiración también se vaya regulando, encontrando su ritmo. Y llevamos la atención hacia adentro. Vamos hacia nuestro interior y vamos conectando con la presencia interior que yo soy.

Podemos sentir cómo está la energía de la conciencia, el ser consciente, observando, presente. Ese ser que observa es quien yo soy. ¿Quién soy realmente? A lo largo de la vida me he ido identificando con el cuerpo, con el papel, con el rol, con el entorno y las relaciones, las posesiones. He creado una especie de identidad construida a base de cosas externas. Pero una gran identificación se basa en el cuerpo físico, el género, la edad, el aspecto. Y luego mi rol.

Es muy importante también en cuanto a identificación.

Todo eso nos ha hecho limitados, ha creado una conciencia limitada. Así que ahora en la meditación es el momento de abrirnos a experimentar una conciencia mucho más profunda e ilimitada. ¿Quién soy realmente? ¿Qué queda si yo suelto ese personaje, ese personaje limitado, esos roles limitados, si me desapego de la forma física, el aspecto, la imagen física? ¿Qué queda? Por supuesto queda algo. Queda el ser que está presente.

El ser consciente que aquí y ahora está presente y es el observador. Realmente lo que yo soy es este ser que piensa, este ser que siente, el ser que experimenta, el ser que discierne e interpreta, lo que ve, lo que escucha, el ser que evalúa y decide, el ser que irradia diferentes cualidades. Ese es el ser espiritual que yo soy.

Puedo visualizarlo, sentirlo como un punto de luz, una estrella, brillando en el centro de la frente, como detrás de los ojos.