CAFÉ CIENTÍFICO IFCA 3X06 |​ La juventud como fase de construcción del cerebro adulto 2c114k

Vas a escuchar el podcast del Instituto de Física de Cantabria, el Café Científico de Rosa Ayesa.

Muy buenas tardes a todos y a todas, bienvenidos y bienvenidas al Café Científico.

Y, como siempre, gracias por llenarlo.

Estamos muy felices desde el IFCA de ver caras conocidas y también caras nuevas, por supuesto.

Bueno, voy a presentar a nuestra ponente de esta tarde, la doctora Rosa Ayesa Riola, es investigadora en el Instituto de Investigación Valecilla y Vival, conocido por todos y todas, y ya es experta en neurocognición y psicosis.

Está licenciada en Psicología y doctora, además, por la Universidad de Cantabria.

Ha realizado estancias en Yale, la King's College de Londres o también en Utrecht.

Desde 2007, la doctora trabaja en la unidad de psiquiatría del Hospital Universitario Márquez de Valdecilla y, a lo largo de su carrera, ha liderado proyectos sobre neurocognición, genética y biomarcadores en esquizofrenia.

Dirige el grupo de investigación en enfermedades mentales del IDIVAL y también es docente en la UNED, en la UNIR, en la Gimbernat.

Y hoy viene a hablarnos a este café científico de salud mental entre los jóvenes.

Es un tema que nos apetecía muchísimo hablar aquí en el café científico y, por fin, hemos conseguido que esté la doctora con nosotros.

Y en las últimas semanas, además, es un tema del que se ha hablado muchísimo a raíz de una serie que me imagino que algunas habéis visto, que se llama Adolescencia, en la plataforma Netflix.

Y también, aquí en Cantabria en concreto, últimamente, estos días han pasado situaciones, vamos a decir, en un instituto que todos conocemos y que también viene muy a colación de lo que nos va a hablar hoy la doctora.

Así que, Rosa, el micro es tuyo.

Y, cuando quieras, adelante.

Un aplauso para ella.

Buenas tardes.

Bueno, muchísimas gracias a Lizka por pensar en mí, para estar hoy aquí en este café científico.

Yo me siento muy orgullosa.

Es un lujo poder estar aquí hoy con todos vosotros hablando de un tema que, bueno, yo no soy una experta, voy a decir directamente.

De hecho, tengo que confesaros una cosa.

Además, había decidido arrancar con esto la charla y está en la sala la persona con la que tuve esta conversación.

Íbamos en un tren por el sur de Francia, habíamos hecho un viaje en bicicleta y, de repente, se suben un montón de adolescentes al vagón y dice mi colega, ¡ay, qué maravilla trabajar con adolescentes, con su problemática y tal! Y yo, ¿pero qué estás diciendo? No los quiero ni ver.

Y esa amiga hoy trabaja con adolescentes y yo tengo que confesar, os voy a decir de dónde vengo, cómo he llegado aquí.

Yo, durante 11 años, he trabajado con personas con trastorno mental grave, muy grave, con trastornos del espectro de la esquizofrenia.

Y, bueno, en el año 2011 hice una estancia en Estados Unidos y allí tenían un estudio con hermanos de estos pacientes y me pareció interesante, pero luego, casualidades de la vida, me voy a hacer otra estancia a Holanda y tenían un estudio con familiares de primer grado también.

Así que, bueno, me vuelvo para acá y escribo un proyecto que nos conceden y en el año 2018 empezamos un estudio con familiares de primer grado de estas personas con esquizofrenia, padres y hermanos.

Entonces, bueno, este estudio va muy bien, ya hemos publicado muchos artículos y hasta por un tema ético, me pareció muy importante echar a andar un proyecto con hijos de personas con trastornos del espectro de la esquizofrenia.

Entonces, bueno, así he llegado a trabajar con adolescentes.

También, al calor de la pandemia, empecé a trabajar con niños.

Durante dos años, estuvimos explorando a niños de seis semanas, hijos de madres que habían tenido COVID durante el embarazo y que no habían tenido COVID.

Bueno, pues exploramos a un total de 109 niños, de los cuales tenemos esas reacciones en las primeras semanas de vida superinteresantes y ahora un colega, Álex, que está aquí en la sala, está reevaluando a estos niños, los hemos evaluado a los dos años y los hemos reevaluado a los cuatro años, los estamos reevaluando ahora.

Con esto remarco la importancia de los estudios longitudinales, de los estudios a largo plazo, para saber más sobre cómo funciona nuestro cerebro.