⚠️ El poder de los ancianos en la sombra | Lo que no se dice en el salón del reino b2f5q

Clive Martín, pastoreen a las valiosas ovejas de Dios. Vamos a ver.

Si eres anciano o te estás esforzando por serlo, estas palabras de Pedro son para ti.

Primera de Pedro 5. Ahí leemos. Les hago esta súplica a los ancianos que hay entre ustedes. Pastoreen al rebaño de Dios. Los ancianos tenemos muchas responsabilidades que atender, pero hay una que es clave.

Mira, así se llama Testigo de Jehová el libro que tienes tú vetado. O sea, los Testigos de Jehová van a decir, ¿cómo un libro vetado? Los Testigos de Jehová publican para todos y todos están abiertos, todo se puede ver. El libro Pastore en el rebaño, que es el libro de los ancianos, tú no lo puedes leer porque solo lo pueden leer los ancianos.

Y si no, investígalo.

Ser pastores. Pastores, ¿qué les viene a la mente cuando escuchan esta palabra? Tal vez piensen en la conmovedora imagen de un hombre fiel que guía, alimenta y protege a sus ovejas. Así que vamos a analizar las instrucciones que les da Pedro a los pastores y vamos a responder tres preguntas importantes. ¿Quién es el dueño de las ovejas? ¿En qué consiste la labor de los pastores de la congregación? ¿Y cómo protegen a las ovejas? Un pastor no cuida a la oveja porque la ama.

Un pastor cuida a la oveja porque se beneficia de su producto, ya sea de carne, de leche o de lo que sea. Entonces, esa oveja si no casca la va a estar explotando. Es que tenemos que ubicarnos. O sea, el pastor no es un amante a los animales, no es una asociación de cabras perdidas ni de ovejas perdidas. El pastor se come a la oveja y está para trasquilar a la oveja y para ganar su dinero con la lana, con la carne o con la leche. Y es una cosa que está bien recordar porque siempre se compara a los pastores amorosos. No, los pastores sacan su negocio.

Leamos las instrucciones de Pedro en su primera carta, capítulo 5, a partir del versículo 2. Y pueden poner una marquita aquí porque vamos a volver más tarde. Primera de Pedro 5.2. Pastorea en el rebaño de Dios que está a su cuidado, sirviendo de su periteneo.

La Biblia física no, prefiere el iPhone. No lo hagan por obligación, sino de buena gana ante Dios. Tampoco lo hagan por amor a ganancias deshonestas, sino con empeño.

Ni lo hagan actuando como si fueran los amos de los que son la herencia de Dios, sino convirtiéndose en ejemplos para el rebaño. ¿De quién son las ovejas? Son el rebaño de Dios.

Es más, Pedro dice en el versículo 3 que son la herencia de Dios. ¿Qué les transmite eso? El apóstol Pablo dijo algo parecido que nos ayuda a entender lo que quiso decir Pedro.

En Hechos capítulo 20. ¿Qué Biblia es esta? Es la Biblia de la traducción de Apple 4.8.

Los ancianos de Éfeso les dijo lo siguiente. Hechos 20.28. Les dijo, pastorea en la congregación de Dios, que él compró con la sangre de su propio hijo.

Jehová pagó el precio más alto que hay, porque para él sus ovejas son valiosísimas. Y los ancianos vemos a las ovejas igual que Jehová, porque lo amamos y queremos hacerlo feliz.

Así que, como dice primera de Pedro 5.2. Qué buena frase la de Laos. Dice, tanto miedo le teníamos al lobo y el que nos mató y comió fue el pastor. Evidentemente.

Pero ¿es eso lo que quiere decir? Volvamos a las palabras de Pablo en Hechos capítulo 20.

Hechos 20.28. Y recuerden que él aquí se dirige a los ancianos. Les dice, cuídense ustedes mismos y cuiden del rebaño, el cual el Espíritu Santo los nombró superintendentes para pastorear la congregación de Dios. Si se fijan, tanto Pablo como Pedro dicen lo mismo, que los pastores son superintendentes. En este versículo tenemos una nota de estudio.

Es una nota para la palabra superintendentes. Dice que su significado básico es estar muy atento o inspección. Una nota de estudio, evidentemente, es la palabra de Dios. Y si en la traducción de la Biblia de este móvil hay una nota de estudio, esa nota de estudio es parte de la Biblia, evidentemente. Quito más abajo.

Verán una oración que dice supervisar para proteger. La leo. El término griego comunica la idea básica de supervisar para proteger. Los superintendentes de la congregación cristiana tienen la responsabilidad de cuidar de las necesidades espirituales de sus hermanos en la fe. La clave está en la frase supervisar para proteger.

No se trata de mandar sobre las ovejas, sino de cuidarlas, de asegurarse de que estén bien alimentadas, fuertes y a salvo. ¿Y cómo cuida un superintendente de las necesidades espirituales de las ovejas? Imagínate que alguien se te acerca porque eres anciano y tiene una decisión muy importante que tomar y te pregunta, ¿qué debo hacer? ¿Debo pedir un préstamo para comprarme un coche nuevo? ¿Crees que debería inscribirme en la universidad? ¿Me caso con esa hermana? ¿Qué le vas a contestar? Bueno, el hermano acudió a ti porque eres anciano y quizá tienes más experiencia, más años en la verdad.

Es fácil pensar, yo sé perfectamente qué es lo que más le conviene, así que voy a decirle lo que tiene que hacer. ¿Harías eso? Seguramente no. Es verdad que en primera de Pedro 5.2 dice que servimos como superintendentes, pero en el versículo 3, Pedro también dice que los ancianos no actuamos como si fuéramos amos de los que son la herencia de Dios. Y si se fijan, justo aquí tenemos una referencia marginal. Si tocamos la letrita E, nos lleva a 2 Corintios 1.24. En este versículo